La oficina líquida y los nuevos espacios de trabajo flexibles

¿Sabías que el trabajo es el segundo lugar donde más horas del día pasamos?  Parece lógico que la evolución desde el mundo del diseño haya sido intentar acercar esas oficinas al hogar, que ocupa el primer lugar. Lo pudimos ver ya en Orgatec 2018, pero ahora ponemos nombre a esta tendencia: la ‘oficina líquida’.

¿Qué es la oficina líquida?

 El concepto de ‘oficina líquida’, introducido en el Cuaderno de Tendencias del Hábitat 19/20 nos remite a la filosofía de Zygmun Bauman: una oficina flexible y voluble, lista para adaptarse a los cambios. Porque si cambia la forma de entender el trabajo también lo harán los espacios donde se desarrolla, de manera que “la oficina pasa de ser un contenedor de puestos de trabajo a un espacio con capacidad de articular una red de creatividad y de sinergias”.

Mar Gómez-Luengo, arquitecta en Tétris,apunta que la tendencia actual se mueve en una delgada línea entre «crear espacios donde los empleados se sientan a gusto, sin sentir que están atrapados en una burbuja». Para esta arquitecta los milennials, ahora treintañeros, han tenido un papel muy relevante en este cambio. Si sus padres trabajaban toda la vida en la misma empresa, «hoy el modelo ha cambiado y es habitual que los jóvenes cambien cada 2 o 3 años de empresa. Esto convierte a la oficina en una poderosa herramienta de retención de talento«, ya que si el trabajador está a gusto en su puesto, es más posible que se quede.

Se abren paso nuevas tipologías de oficinas que generan un entorno amable y cercano, donde adquiere protagonismo el tercer espacio, nuevas zonas nacidas para fomentar la interacción y el trabajo colaborativo, para estimular la creatividad desde un entorno más distendido. Estas áreas suelen incluir sofás y elementos lúdicos, como el futbolín, un clásico en estos espacios que Tétris Arquitectura, especialistas en diseño y construcción de oficinas, incorpora en las oficinas genovesas de Booking.com, en un office que recuerda a la cocina de nuestras madres. Algunos proyectos son más rupturistas, como las oficinas de Scaleway, llenas de espacios atípicos, originales e inspiradores. «La oficina sigue siendo un lugar para generar encuentros entre los empleados y fomentar las relaciones humanas,  pero también se busca la efectividad y la conciliación familiar. La gente joven no quiere estar todo el día en la oficina», explica Mar Gómez-Luengo.

 

Oficina Scaleway. Foto: Tetris Arquitectura

La oficina líquida del siglo XXI

Todos hemos visto las imágenes de las impresionantes oficinas de Google, Facebook o Airbnb, que año tras año están a la cabeza de las listas de los mejores lugares donde trabajar. Las compañías tecnológicas fueron de las primeras en aplicar esa filosofía que busca hacer de los espacios de trabajo lugares confortables para sus empleados, convencidos de su repercusión en la motivación y la productividad. Lo vemos reflejado en el diseño de 3g office para las oficinas de Lilly en Madrid que ha contribuido a que se sitúe en el primer puesto del ranking de Best Workplaces 2019 en España.

Lo vemos también en las oficinas de Coca-Cola España, diseño de Stone Designs, o en el trabajo de los madrileños Banana Studio, que se han encargado, entre otras, de las oficinas de Ernst&Young en Londres o McCann Worldgroup en Madrid. Allí han reinventado la manera de relacionarse entre trabajadores, optimizando los recursos y generando nuevos lugares de encuentro. Para Ali Ganjavian, socio fundador de Banana Studio,  “cada espacio, ya sea abierto o cerrado, responde a unas necesidades concretas, y cómo se relacionan entre ellos es una cuestión de flujos, de las propias dinámicas de sus habitantes”. El diseño se convierte en motor de cambio de las dinámicas de relación laboral.

De cara al futuro, la combinación entre el aumento del precio del m2 de alquiler en las grandes ciudades y el impulso al teletrabajo lleva a que las empresas cada vez requieren espacios más pequeños, pero en ubicaciones más representativas. Mar Gómez-Luengo marca un paralelismo con el sector retail, donde «el aumento del ecommerce hace que las grandes cadenas comerciales abran menos tiendas, pero en sitios muy representativos (flagship stores) dándole una gran importancia a la experiencia del usuario y al diseño del espacio. Ese es el camino actual, oficinas más representativas y dinámicas, donde el diseño y la creatividad son cada vez más importantes».

Coworking: el diseño se adapta al usuario

Manuel Zea, fundador de Coworking Spain y pionero del coworking en España, destacaba como uno de los factores de éxito de estos espacios el hecho de que permitían la diferenciación entre la vida profesional y la vida personal para las personas que antes trabajaban en casa, creando un entorno de trabajo. Paradójicamente, hoy en día su diseño tiende a acercarlos al hogar. El office y los espacios creados para las charlas informales han ido creciendo y ganado relevancia, convirtiéndose en el corazón del espacio y adoptando nuevas formas.

La propuesta de Utopicus, diseño de Izaskun Chinchilla, busca reforzar el vínculo entre diseño y usuario a través de la sorpresa y de la interactividad. Aquí el equipamiento, que es resultado de la transformación de mobiliario industrial y contemporáneo (camas en mesas, literas en Skype rooms…) es muy versátil y puede ser trasladado, creando nuevas estructuras.

El hot desking, donde los puestos de trabajo no están asignados de manera permanente, sino que pueden ser utilizados por distintos trabajadores, es quizá la última evolución de los espacios de trabajo compartido. Una manera de potenciar espacios infrautilizados, que además supone un ahorro económico para tipologías de trabajadores que no necesitan una oficina a diario.

Hoffice, trabajando desde casa (de otro)

La ‘oficina líquida’ también puede estar fuera de la oficina. Favorecidos por el auge del teletrabajo y las nuevas tecnologías, surgen nuevos lugares de trabajo que se puede encontrar en un restaurante, un hotel, un bar o la casa de otra persona. Porque si trabajar en casa está en auge, hacerlo sólo en tu despacho está pasado de moda.

Está demostrado el poder de la inteligencia colectiva, así que, ¿por qué renunciar a ello cuando trabajamos desde casa? El hoffice es la evolución del concepto de home office mezclado con el coworking: trabajar en casa con más gente o trabajar en la casa de otras personas. Nacido en Suecia, el fenómeno ya se ha extendido más allá de sus fronteras, sobre todo por el impulso de plataformas que funcionan al estilo del Airbnb de las oficinas.

El estudio belga Five AM llevó todo esto un paso más lejos con su Dojowheels, una oficina móvil creada en el interior de una caravana. Un agradable espacio de trabajo que se puede trasladar al entorno que más convenga y que se puede convertir en un dormitorio, al terminar el día.

Mobiliario multifuncional

Todos estos cambios influyen, y mucho, en los fabricantes del sector del hábitat, para los que se abre la posibilidad de llegar a varios mercados con un mismo producto. Los fabricantes nos ofrecen objetos multifuncionales que se adaptan a diferentes entornos, del laboral al hogar, y altamente personalizables.

El mejor ejemplo son los elementos de soft seating, como los de Forma 5 o el sistema Bend, diseñado por Stone Design para Actiu: diseñados para crear espacios agradables dentro de una oficina, aportando calidez, podemos imaginarlos perfectamente en otros entornos, como el salón de una casa o el lobby de un hotel. Para Gonzalo Navarro, director de marketing de Forma 5, estas piezas suponen “un paso más por acercar el mundo de la oficina hacia el hogar, ese lugar en el que todos nos sentimos cómodos”. Materiales y acabados también ayudan a generar ese entorno hommie.

En otros casos el mobiliario evoluciona para adaptarse a las necesidades de los ambientes colaborativos, como GUNE de Akaba, una mesa diseñada por Iratzoki Lizaso con encimera doble que permite almacenar en una documentos o útiles de trabajo, mientras mantenemos despejada la otra.

Y tu oficina, ¿también es líquida?