CONEXIÓN CON… PEPA CASADO, investigadora de tendencias

Pepa Casado se encontró con la pasión por el interiorismo por pura casualidad, aunque es una investigadora nata. Lleva más de quince años dedicada al análisis de tendencias en diseño, hogar y contract, habiendo liderado el Observatorio de Tendencias del Hábitat durante una década. Combina esta faceta de analista, con su propia consultora fundada en 2016, con la de profesora de tendencias en esDesign Barcelona y CEU Valencia. Conectamos con su descubrimiento del diseño, la lectura lenta frente al consumo rápido o la vigencia de los actuales eventos y ferias internacionales.

Tu conexión con el diseño comenzó casi por serendipia, investigando un proyecto desde tu formación como investigadora social. Cuéntanos, ¿cómo fue ese momento de darte cuenta de que ese era el camino profesional que querías recorrer?

Mi formación en un Máster de Estudios para la Paz y el Desarrollo me había proporcionado una sólida base investigadora. Me incorporé a un centro especializado en diseño y arquitectura por mis capacidades investigadoras. Sin embargo, de repente me encontré inmersa en un entorno lleno de diseñadores y arquitectos que discutían con pasión sobre temas que me resultaban completamente desconocidos. Decidí que debía comprender esa pasión, entender por qué las discusiones sobre sillas eran tan acaloradas. Afortunadamente, contábamos con una gran biblioteca, y comencé a devorar revistas y libros diariamente. Publicaciones como Diseño Interior, Frame o Tectónica se convirtieron en mis biblias. Fue durante esas horas que aprendí a amar el diseño. Descubrí una disciplina única que combina arte, técnica y una perspectiva claramente humanista, donde la ética y el deseo de mejorar la vida de las personas son centrales. Enamorarse del diseño fue inevitable.

 

Dices que para desarrollar estrategia es imprescindible dedicar un tiempo a estar desconectada para poder reflexionar. ¿Mantienes este hábito? ¿Cómo se puede encontrar el equilibrio entre los estímulos constantes de las tendencias, que a la vez ayudan a desarrollar el trabajo, y la calma necesaria para separar el grano de la paja?

Lo veo súper importante. De hecho, me programo días de desconexión, donde pueda dedicar unas buenas horas a leer libros, informes, artículos de opinión… Muchos sobre diseño, pero también de otros campos. No hay nada más contraproducente para entender las tendencias que estar perdido en el estrés de las tareas cotidianas de la oficina. Y algo que intento por todos los medios es limitar el tiempo de investigación de tendencias a través de herramientas como las redes sociales, que efectivamente aportan estímulos constantes, pero que están profundamente sesgadas.

 

¿Cómo logras estar al día de las tendencias? ¿Encuentras ejes transversales en otros sectores (tecnológico, social…)?

La curiosidad es fundamental para mantenerse al tanto de las tendencias. Siempre me pregunto los porqués y busco las razones detrás de ellas. Aunque es importante estar informada sobre lo que ocurre en el diseño, comprender lo que sucede en la cultura, el arte y otros sectores es clave para ver cómo se interconectan las tendencias. Asisto a conferencias, leo publicaciones especializadas y participo en discusiones interdisciplinarias. Esta inmersión en diversos campos me permite identificar patrones y ejes transversales que pueden influir en el diseño. Por ejemplo, las innovaciones tecnológicas y los cambios sociales a menudo tienen un impacto significativo en las tendencias de diseño. Esta visión holística es esencial para anticipar y comprender mejor las tendencias emergentes.

 

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En ocasiones se entienden las tendencias como algo de consumo rápido, poco sostenible y cambiante. ¿Cómo se trabaja desde el análisis hacia un modelo más sostenible y menos efímero?

El problema es que a menudo reducimos las tendencias a la paleta de colores de la próxima temporada o a las texturas de moda. Sin embargo, esto solo es sostenible si conectamos estas tendencias con motivaciones profundas que resuenen con las personas. Reflexionar profundamente sobre las tendencias y ejecutar el diseño con rigor y calidad nos permite crear piezas duraderas y promover sistemas más sostenibles.

Es fundamental ir más allá de la superficialidad y entender el contexto cultural, social y emocional detrás de cada tendencia. Esto nos ayuda a diseñar con propósito, creando soluciones que no solo sean estéticamente agradables, sino también funcionales y relevantes a largo plazo.

 

Dentro de la sostenibilidad se incluye el bienestar. ¿De qué forma percibes que se está considerando ese bienestar en los proyectos? ¿Hay diferencias según la tipología (hogar, workplace, hospitality, retail…)?

Hoy en día, el diseño de espacios se ve como una herramienta para la salud preventiva, lo cual es un avance crucial. En los espacios de trabajo, es evidente, con más empresas preocupadas por crear entornos saludables, cuidando aspectos como la calidad del aire y del agua. Sin embargo, estamos en una fase de evolución y aún hay mucho por aprender sobre cómo entendemos la salud en diferentes tipos de espacios.

Las disciplinas de neurodiseño y neuroarquitectura probablemente proporcionarán claves científicas en los próximos años. En el hogar, el enfoque se centra en crear ambientes que promuevan el descanso y la relajación, mientras que en el ámbito del hospitality, la atención se dirige hacia experiencias enriquecedoras y memorables.

Cada tipo de espacio tiene sus propias necesidades y desafíos en términos de bienestar, y el diseño debe adaptarse para satisfacer estas demandas de manera efectiva y empática.

 

En cuanto a materialidad, ¿siguen teniendo cabida todos los productos en un proyecto de arquitectura o interiorismo?

Absolutamente, y es interesante observar cómo están desapareciendo ciertos tabúes sobre los materiales. Por ejemplo, materiales de desecho de madera se están utilizando en espacios sanitarios. Las reproducciones de otros materiales, que antes se consideraban de segunda categoría, ahora pueden ser incluso mejores en términos de sostenibilidad. Esto refleja un cambio en la percepción y el valor de los materiales.

La versatilidad de los productos modernos y sostenibles abre un abanico de posibilidades creativas, permitiendo a diseñadores experimentar y encontrar soluciones que sean tanto funcionales como ecológicas.

 

¿De qué manera estimas que debe conjugar un estudio de arquitectura o de diseño de interiores las tendencias con la propia idiosincrasia de su firma? ¿Cómo evitar perder identidad siguiendo las tendencias?

Al final todo se trata de cómo entendemos la práctica del diseño en el estudio. Oigo muchas veces a diseñadores que dicen que no siguen las tendencias. Si por seguir tendencias entendemos reproducir fórmulas estéticas sin ningún tipo de criterio, sentido o arraigo, entonces estoy de acuerdo con ellos. Pero creo que los buenos diseñadores siempre son sensibles a las tendencias, tienen capacidad de escuchar, entender los cambios del entorno y hacer propuestas capaces de plasmar un concepto concreto que ayude a las personas y al entorno. Con lo que, sean conscientes o no, los buenos estudios de diseño siguen y crean tendencias, y lo hacen más allá de la mera reproducción sin sentido de modas pasajeras, dándole verdadero sentido a investigar tendencias.

 

En septiembre hablaremos sobre hábitat y hogar aprovechando la celebración de Valencia Design Week. ¿Podrías adelantarnos qué grandes tendencias veremos en hogar?

Estamos en un momento en el que están ocurriendo muchos cambios en el hogar. Sin embargo, lo más interesante para mí es la desfragmentación de los modelos habitacionales, un fenómeno que ha ganado impulso desde la pandemia. Mientras antes predominaba un modelo de hogar mayoritario, hoy en día existen muchas formas diferentes de vivir. Esto se refleja claramente tanto en los programas residenciales como en los modelos de acceso a la vivienda.

Por un lado, se observa en cómo se distribuye la vivienda, con la introducción de conceptos como la casa desjerarquizada, donde todos los miembros de una familia o núcleo habitacional tienen igual acceso al espacio. Por otro lado, ha surgido un nuevo mercado inspirado por iniciativas como las cooperativas de construcción, que ha dado lugar a viviendas de cohousing o coliving de diferentes estilos.

 

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¿Qué eventos son tus “must” para lo que queda de 2024?

Sin duda, la Feria Habitat Valencia es una cita que no me voy a perder, primero porque me siento como en casa y, segundo, porque creo que el tejido industrial y el ecosistema del diseño deben apoyar un evento que siempre ha sido fundamental para la cohesión del sector. Tampoco me perderé Interihotel, donde presento tendencias en hospitality, además de ser uno de los foros más interesantes en términos de conferencias sobre hoteles y restaurantes en nuestro país. Entre mis planes también está visitar la exposición de los premios ADI.

 

¿Consideras que los grandes eventos de diseño siguen cobrando importancia en una época tan digitalizada a través de multiversos?

Sí, siguen siendo el espacio más importante para conectar con otros profesionales. Creo que, en este sentido, están cambiando parte de sus funciones; ya no son el único lugar para conocer las novedades, que ahora pueden verse durante todo el año en diferentes canales. Sin embargo, la capacidad que tienen para conectar personas es imposible de replicar.

 

¿Cuáles son tus siguientes retos profesionales? ¿Qué te motiva ahora mismo?

Conocer cómo se diseña en otros países, entender nuevas perspectivas de enfocar la estrategia de diseño es uno de los retos que tengo por delante. Con suerte me llevará a explorar nuevos horizontes.