5 preguntas para ayudarte en la elección de productos de tus proyectos

¿Qué es realmente algo “bio”? ¿Es lo mismo que sostenible? ¿Qué herramientas me ayudan a escoger un producto que sea respetuoso con el medio ambiente? En Connections by Finsa hemos dado respuesta a cinco cuestiones comunes que te guiarán en las elecciones que hagas en tus proyectos.

¿Qué significa que algo sea “bio”? ¿Esta calificación difiere según el tipo de industria?

Al igual que ocurre con otras áreas científicas, no existe un consenso amplio sobre este término. En el ámbito de productos y materiales, el término «bio» generalmente se refiere a algo que es de origen biológico, es decir, derivado de organismos vivos. En otras industrias, el término bio puede tener distintas connotaciones. En la construcción y el diseño de interiores, «bio» puede referirse a materiales que son naturales, renovables o minimizan el impacto ambiental.

 

¿Es lo mismo “bio” que sostenible?

«Bio» no siempre es sinónimo de «sostenible». Es crucial adoptar un enfoque holístico al evaluar la sostenibilidad de un producto, y no simplemente basarse en una etiqueta «bio» u otras nomenclaturas como green, etc. De hecho, actualmente, muchas personalidades expertas denominan la sostenibilidad como “impacto positivo” para afianzar el término.

 

La sostenibilidad real depende de una combinación de prácticas que abarca no solo la producción, sino también la gestión de recursos, la equidad social, la viabilidad económica y otros factores a lo largo de su ciclo de vida. Un producto «bio» puede ser sostenible si se produce y utiliza de manera que minimice su huella de carbono, conserve recursos y promueva la equidad social, pero no es una garantía automática de sostenibilidad.

 

¿Qué conceptos y/o estándares validan la sostenibilidad de un producto sin caer en la ecoimpostura?

Para validar la sostenibilidad de un producto y evitar la ecoimpostura, existen varios conceptos y estándares que te explicábamos en este post. Es clave el Análisis de Ciclo de Vida (LCA) para determinar el impacto ambiental de un producto desde su producción hasta su fin de vida, que se materializa en la Declaración Ambiental de Producto.

Certificaciones como LEED, BREEAM, WELL para edificación son sistemas que evalúan y clasifican el diseño, la construcción y la operación de edificios en términos de sostenibilidad y eficiencia energética. Los edificios certificados por estos estándares son reconocidos por su compromiso con prácticas más respetuosas con el medio ambiente.

En el caso de la madera, certificaciones como FSC/PEFC ponen en valor prácticas de manejo forestal responsable.

 

¿Qué garantías que aseguren la circularidad pueden buscar profesionales del hábitat cuando se planteen la materialidad de un proyecto?

En arquitectura e interiorismo, para asegurar la circularidad -el uso eficiente y el reciclaje de recursos- se buscan materiales que tengan una larga vida útil, se puedan reutilizar (que puedan ser fácilmente desmontados y reutilizados en el mismo u otros usos) y, por último, que sean reciclables (preferiblemente como upcycling).

La certificación Cradle to Cradle o la ecoetiqueta EPD son ejemplos de garantía que evalúa la circularidad de los productos. Confía siempre en valoraciones avaladas por terceras entidades que estén auditadas.

 

En el caso de consumidores finales, ¿qué herramientas garantizan que un mueble hecho en madera sea respetuoso con el medio ambiente?

Las garantías de circularidad incluyen buscar productos con certificaciones de manejo forestal responsable como FSC o PEFC, que aseguran que la madera proviene de bosques gestionados de manera responsable. Asimismo, pueden usar aplicaciones como FORTRA, donde se registra la trazabilidad de la madera. Además, se debe considerar la durabilidad del mueble y la posibilidad de repararlo o reciclarlo en el futuro.

 

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