Walkscapes. El andar como práctica estética

¿Puede existir la arquitectura sin arquitectura? Esta es la pregunta que, según el propio autor, subyace en Walkscapes. El andar como práctica estética. Una obra que Francesco Careri (Roma, 1966) publicó por primera vez en 2002 y que se ha convertido en un libro de culto para arquitectos y urbanistas.

La ciudad nómada

A través de este libro, Careri  muestra que el caminar y la arquitectura están unidos. Que andar es un acto creativo capaz de transformar simbólica y físicamente el espacio.

Walscapes es una invitación a repensar la ciudad. Una mirada a su configuración y sus construcciones, no desde las técnicas arquitectónicas, sino desde la capacidad de transformación del peatón en su tránsito por ella.

 

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Careri realiza un recorrido por la historia a través del propio errar del hombre. Recurre a la parábola de Caín y Abel para mostrar ese origen nómada de la arquitectura. Esa constante mutación como método de los nómadas para cartografiar el medio por el que transitan.

Hasta llegar al menhir. Un elemento simbólico que para Careri es la primera muestra de arquitectura. Casi el acto fundacional.

 

Del dadaísmo al land-art

Careri se sumerge en las distintas corrientes vanguardistas del siglo XX. Transita por el surrealismo, el minimalismo o el land-art para mostar las distintas formas de concebir la ciudad. Desde el anti arte, a la ciudad estética pasando por la onírica o la lúdica de los situacionistas.

Un viaje que comienza con las visitas de Dada a los lugares más banales del París, y que llega hasta The Monuments of Passaic, un recorrido de Robert Smithson a las zonas más marginales y desconocidas de esta ciudad de New Jersey.

Marcar un lugar ignorado con tu propio cuerpo cambia ese lugar. Es una obra de arte, es un acto artístico (Francesco Careri)

 

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Stalker cierra el círculo

El principio y el fin es el grupo Stalker del que fue cofundador y que surgió de jóvenes arquitectos en los años 90.

Su propuesta: buscar la ciudad inconsciente en territorios de nadie, difusos y perdidos para experimentar con ellos. Para ello recurren a la transurbancia: pasear y recorrer el territorio levantando mapas no convencionales.