Sus famosos canales definen la identidad de la ciudad y han influido profundamente en su desarrollo urbanístico. A su lado conviven viviendas famosas por sus fachadas estrechas, altas con grandes ventanales y techo a dos aguas. Este conjunto paisajístico forma parte del Patrimonio de la Humanidad, ya que se considera uno de los mejores ejemplos de integración entre espacio urbano y arquitectura.

En el ámbito contemporáneo, proyectos como la Biblioteca Pública de Jo Coenen o el Museo Van Gogh, muestran cómo lo clásico y lo moderno pueden coexistir en una armonía fascinante. Estos edificios no solo son lugares de referencia, sino que también exploran nuevas formas de interacción entre el espacio y el usuario.

La ciudad también destaca por su capacidad para adaptarse a los nuevos tiempos. El distrito Jordaan, con sus viviendas compactas pero bien organizadas, y las viviendas flotantes sobre los canales, demuestran que la ciudad sigue explorando nuevas formas de habitar sin perder su esencia. Además, el compromiso con la sostenibilidad está presente en múltiples proyectos, donde la eficiencia energética y la innovación son clave. En conjunto, Ámsterdam sigue siendo un laboratorio de ideas donde la arquitectura, el diseño y la historia conviven, ofreciendo a arquitectos e interioristas un terreno fértil para la inspiración.