Retail social: la creación de comunidad en el centro del diseño

El retail debe ser mucho más que un escaparate para incitar a la compra. En una época de múltiples y constantes estímulos, buscamos que allí donde vayamos nos hagan sentir partícipes de algo, así sea una forma original de relacionarnos con el entorno o una comunidad a la que pertenecer. Analizamos las claves del retail social, una tendencia en la que el interiorismo tiene mucho que decir.

 

El auge de las zonas de socialización en retail

La pandemia aceleró el interés de compradores en vivir experiencias más personalizadas, donde haya lugar para la interacción con la marca, probar y, en definitiva, trascender la simple transacción.

Esto se logra a través del uso de elementos de diseño innovadores, como instalaciones artísticas inmersivas, zonas de descanso acogedoras y áreas de demostración que conecten todos los elementos -productos, espacio y consumidores- basándose en estrategias de gamificación y sistemas de recompensa por participar.

Xmadrid

Otro aspecto importante es la integración de la tecnología, porque ya no hay diferencia entre el cliente que acude a una tienda física y el cliente digital. Las actividades inmersivas a menudo se enriquecen con el uso de realidad aumentada, pantallas interactivas y personalización digital. Estas herramientas no solo nutren la vivencia, sino que también ofrecen nuevas formas de presentar productos y contar la historia de la marca.

Cuatro ejemplos de retail social

El centro comercial Xmadrid, inaugurado en 2019, se basa en un modelo de tiendas experienciales y conectadas que comienza desde el propio desplazamiento en el centro, mediante vehículos de movilidad individual. Las personas usuarias disponen de rampas para probar productos de patinaje y áreas donde intervenir con la marca para probar accesorios. Todo ello, de forma transversal, se relaciona con la parte de restauración.

Otra de las opciones que brindan los espacios retail de Xmadrid es la posibilidad de surfear una ola infinita e incluso hacer cursos de buceo y apnea. El mix comercial siempre está acorde con esa oferta de ocio, con marcas relacionadas con el surf, otros tipos de deporte y el motor.

Xmadrid

 

“Optimizar la experiencia de cliente es la clave para llegar al siguiente nivel de crecimiento”. Así expresó Óscar Maceiras, CEO de Inditex, la importancia que la empresa concede al retail social.

En los últimos años han implementado distintos dispositivos que reducen la fricción en las transacciones y han apostado por la tecnología a través de herramientas como los probadores virtuales.

Punto de entrega automatizado en una tienda de Inditex

 

Otro claro ejemplo de retail social lo tenemos en las tiendas de Apple. Desde su creación está claro que no vamos allí solamente para adquirir un producto tecnológico. Se han convertido en puntos de trabajo, de encuentros, conversación… Un sitio confortable conformado por materiales cálidos y una óptima climatización.

Tienda de Apple

 

IKEA también se sumó a esta tendencia a través de sus espacios de planificación dentro del clásico recorrido de exposición. Aquí mezcla área de testeo de productos con lugares para diseñar el proyecto que deseemos de mano de profesionales.

Espacio de planificación de IKEA

 

Tres trucos para crear un entorno experiencial

  • Confía en un diseño modular que permita versatilidad para cualquier tipo de uso: el tipo de cliente puede variar o bien pudo haber cambiado la clase de activo inmobiliario. Para ello, apóyate en mobiliario flexible y de gran durabilidad, que en cuestión de minutos te pueda ofrecer desde una zona de descanso a un expositor. Aquí tienes el ejemplo de Carrefour.
  • Las tiendas se están convirtiendo en pequeños centros de almacenamiento para la compra online. Esto repercute en que los espacios comerciales sean más grandes, pudiendo albergar actividades, exposiciones… considera estos usos a la hora de plantear una obra.
  • Los materiales comunican: las maderas, y todos los materiales de procedencia natural y reciclable, se han convertido en el “must” para zonas comunes y de interacción con personas. Se aplica habitualmente en los atrios que permiten venta de producto, en una muestra de la marca en el propio espacio o como PLVs (elemento de publicidad en el lugar de venta) a través de corners móviles.