Multiplicando las posibilidades de los espacios de retail

Visitar un espacio retail no se limita a la simple adquisición de productos, muchas veces supone una manera de romper la rutina, detenerlo todo por unas horas y sumergirnos en un universo diferente. Las marcas son muy conscientes de esto y, cada vez más, nos ofrecen opciones más heterogéneas e inmersivas, zonas de confort o entretenimiento que enriquecen la experiencia. En un momento, además, en el que nos gusta sorprender con nuestros descubrimientos en las redes sociales, parece también una inteligente estrategia de marketing. Os mostramos tres marcas que han transformado sus tiendas para expandir nuestras vivencias.

 

Zara Café, en Dubái. Tomarte algo mientras decides qué jersey comprarte

Aunque Zara ya había tenido un proyecto pop-up de cafetería, como el situado en su tienda de Plaza de España (Madrid), es la primera vez que este servicio se ofrece de manera permanente a sus clientes. En el Mall of the Emirates, Zara Café incluye una gran variedad de bebidas y dulces, en los que será posible, incluso, saborear el logo de la empresa convertido en chocolate.

Las marcas han entendido que, si extienden su oferta más allá de lo tangible, el alcance de su imagen será mucho mayor. Su nombre se asocia así con otro tipo de experiencias que refuerzan su identidad.

 

Fendi y su Beach club de Marbella: la sofisticación extendida

La prestigiosa firma Fendi aprovechó la inauguración de un centro de tres plantas en Puerto Banús (Marbella) durante 2023 e inició una colaboración con el Puente Romano Beach Resort para dar lugar a Fendi Beach Club.  Toda la decoración se realizó con productos de la casa italiana, incluyendo mantelería, vajilla, cojines, personalizando incluso los veleros del resort. Se abrió también una boutique efímera en la que se podía encontrar la colección Astrology, diseñada en exclusiva para esa temporada veraniega, así como piezas icónicas de la marca.

 

House of Vans: estrenar las zapatillas sin salir de la tienda

Estas experiencias forman parte del denominado retailtainment, resultado de la conjunción entre retail y entertainment. Y si existe un buen ejemplo de compañías en las que se hayan mezclado la venta y el entretenimiento, este fue sin duda House of Vans, en Londres. Durante ocho años una pista de patinaje para clientes, un cine, bares y una galería de arte convirtieron a este local en un espacio multidisciplinar: un punto de encuentro y de intercambio cultural, mucho más allá de las famosas zapatillas.

Estos ejemplos nos ofrecen nuevos modelos de consumo en los que importa tanto la calidad del producto como la experiencia emocional a la hora de adquirirlos o de utilizarlos. Compras y ocio, unidas en estos espacios, combinan mejor que nunca y multiplican la identidad y el reconocimiento de estos proyectos.