Biointeriorismo: diseño ecológico y saludable

Adentrarse en el biointeriorismo es descubrir un innovador enfoque de diseño de interiores que trasciende la estética para transformar cualquier hábitat en auténticos refugios saludables. En la búsqueda de un impacto positivo en la salud y el bienestar, el biointeriorismo fusiona los principios de sostenibilidad y ecología, ofreciendo a creadores de espacios un universo de posibilidades para concebir entornos que no solo cautivan visualmente, sino que también nutren el cuerpo y la mente.

Este enfoque redefine la relación entre diseño y calidad de vida, convirtiéndose en una herramienta indispensable para quienes buscan ir más allá de lo convencional en sus proyectos.

Habitación diseñada por A-tipic. Fotografía de Juan Luis Campoy

 

Las 5 claves del biointeriorismo

Elección de los materiales

En la conceptualización de ambientes, cada elección es una cuidadosa declaración de principios. Las maderas certificadas provenientes de fuentes sostenibles, la elegancia de la piedra natural, y la calidez de textiles orgánicos como el algodón y el lino son imprescindibles.

Considerando el impacto ambiental, se prefieren pinturas y acabados ecológicos, así como innovadores revestimientos de paredes vegetales y el uso inteligente de, por ejemplo, el corcho como aislante natural.

En este compromiso con la armonía y la sostenibilidad la innovación tiene mucho que decir. Fíjate si no en los objetos nacidos del biodiseño y la biofabricación: aquí tienes los muebles “cultivados” de Gavin Munro.

 

Integración de elementos naturales

El empleo estratégico de luz natural es esencial como un componente que influye positivamente en el bienestar y la productividad. Las plantas y el diseño biofílico también desempeñan un papel clave, y su presencia no se limita solo a lo estético; actúan como purificadores de aire, mejorando la calidad del entorno interior y cubriendo la necesidad humana del contacto con la naturaleza para desarrollar un estado de bienestar y salud óptimos.

 

Modularidad para reducir residuos 

Es necesario reconsiderar la forma en la que se aplica cada elemento. Para ello, los materiales reciclados son una excelente opción, pero no debemos detenernos aquí. Considerar el ciclo de vida completo es esencial. Esto nos lleva a valorar prácticas que reduzcan al máximo la generación de residuos como un compromiso con la sostenibilidad a largo plazo. Ejemplo de ello son los sistemas modulares que permiten ser reconfigurados para distintas aplicaciones.

 

Confort sostenible y eficiencia energética

El momento actual precisa de diseños de interiores donde la eficiencia en el uso de la energía y el agua no sean solo una consideración, sino un acuerdo genuino con el bienestar del planeta. Se puede respetar el medio ambiente sin sacrificar el confort, buscando un equilibrio en los recursos. Veamos algunas opciones.

El aislamiento térmico se convierte en una piedra angular. Se necesitan componentes de alta calidad y tecnologías innovadoras para conservar calor en invierno y refrescar en verano, como el aislamiento de micelio. Este método aprovecha la parte vegetativa de los hongos para crear un material orgánico, biodegradable y altamente eficiente.

En cuanto a la optimización del agua, es clave implementar sistemas avanzados de recolección y reutilización, junto con aplicaciones que minimicen el desperdicio, como grifos y duchas de bajo flujo. Incluso existen sistemas que llevan las aguas a piscinas naturales donde se filtra y acaba volviendo a la tierra.

 

Armonía mental y física

Aquí se abordan todos los aspectos fisiológicos que pueden influir en el bienestar de las personas, facilitando ambientes multisensoriales que fomenten la salud física y mental, atenuando el estrés y mejorando la productividad.Puedes probar a generar jardines terapéuticos de interior o integrar minihuertos dentro del proyecto.

 

Biointeriorismo con enfoque inclusivo

La casa que habitamos conforma una piel externa que nos protege de los cambios del clima, pero que, del mismo modo, debe abrazarnos para ofrecernos un refugio emocional y un sostén sensorial. Esto es especialmente importante para la población neurodivergente, pues el hogar constituye un refugio de todo ese mundo que, a menudo, ataca directamente su bienestar.

Salón con enfoque biointeriorista. Fotografía de Juan Luis Campoy

 

Un ejemplo de este enfoque es este salón, diseñado por A-tipic, un estudio de biointeriorismo orientado al diseño para personas autistas. Aunque pueda pasar desapercibido a primera vista, en él se esconden conceptos de neuroarquitectura, accesibilidad, geobiología y, por supuesto, biohabitabilidad.

La estancia se divide en dos mediante una zonificación por materiales y colores, donde se priorizan los tonos naturales y destaca un azul relajante en el salón. Los muros se han minimizado al máximo para evitar compartimentaciones que puedan derivar en problemas de orientación y navegación para las personas.

La madera se refleja en todo el interiorismo por sus innumerables beneficios para la salud: el contacto directo reduce el ritmo cardíaco, así como la actividad del sistema nervioso central y la presión sanguínea… Además, entre sus cualidades técnicas destaca que es un material fonoabsorbente y que mejora la sensación térmica.

La combinación de la madera con la arcilla del techo del comedor y de la pared del televisor, junto con el uso de textil de lino natural, aumentan el confort acústico y mejoran la humedad relativa de la estancia gracias a su capacidad higroscópica.

La pintura también juega un papel importante, tanto por la elección del color como por su naturaleza. Las pinturas convencionales están cargadas de compuestos orgánicos volátiles que se disipan en forma gaseosa por el aire, por lo que es de suma importancia escoger siempre pinturas, no solo ecológicas, sino biológicas, como este azul de KEIM con base mineral de silicatos, totalmente libre de sustancias nocivas y altamente transpirable.

La iluminación biocompatible es otra de las claves de cualquier espacio que se considere saludable. No en vano, la instalación eléctrica es la que más puede dañarnos. Algo que pasamos a menudo por alto son los campos electromagnéticos y la electricidad “sucia” que genera una mala instalación. La combinación de distintos puntos de iluminación se vuelve imprescindible para crear diferentes zonas ambientales, adaptándose a cada momento, desde una cena de celebración hasta un encuentro tranquilo con amistades en el sofá.

 

Biointeriorismo más allá del hogar

No solo es importante tener una casa en la que sentirse en paz, hay otros tipos de hábitat en los que tiene cabida una mirada biointeriorista. Por ejemplo, existen aplicaciones en escuelas, y este es el caso del colegio Zumaiena en el norte de España. Creado por el estudio de arquitectura Oskol, combina un sistema pedagógico propio con la bioconstrucción y el biodiseño.

Colegio Zumaiena. Fotografía de Oskol

 

Para lograr innovar en proyectos de este tipo, Aitor Axpe indica que “ha hecho falta mucha insistencia y confianza por parte de las escuelas en que los diseños más allá de lo convencional funcionan. Ahora, tras más de 10 años de buenos resultados son cada vez más los centros que implementan el biointeriorismo en sus espacios”.

El biointeriorismo emerge como una revolucionaria filosofía de diseño que no solo transforma hogares, sino también escuelas y otros entornos, consolidándose como un cambio necesario hacia un futuro más sostenible y habitable.