Movimiento GYO: la explosión de los huertos urbanos

La tendencia del cultivo de huertos urbanos se ha visto potenciada tras los confinamientos derivados de la pandemia mundial de coronavirus. El auge de lo local, la tecnificación y el interés por productos de kilómetro cero han acabado de impulsar el autoconsumo de productos. Y es que, ¿puede existir algo más kilómetro cero que los alimentos que crecen en tu propia casa?

El emprendedor y coach Ratan Tata reforzaba esta filosofía de la siguiente manera: “trata tu comida como si fuese medicina o acabarás alimentándote de medicamentos como si fuesen comida”. La preocupación por un estilo de vida más saludable, la menor huella ecológica y la reducción de costes acaban de completar los motivos para que te decidas a integrar una propuesta de huerto urbano en casi cualquier proyecto de interiorismo.

Primeramente, vamos a describirte las dos tendencias actuales: huertos hidropónicos y aeropónicos y jardines verticales. En último término, te contaremos de qué manera se pueden integrar los huertos urbanos en interiorismo.

 

Sin mancharse las manos de tierra: huertos hidropónicos y aeropónicos

Existen dos alternativas para cultivar tu propio huerto en casa eliminando las molestias y suciedad que implica el uso de tierra: la hidroponía y la aeroponía. ¿En qué consisten estos dos métodos?

La hidroponía, por una parte, hace uso del agua como sustrato, donde las raíces captan los nutrientes necesarios para el desarrollo de la planta. La aeroponía, por el contrario, mantiene las raíces suspendidas en el aire, lo que ayuda a que absorba oxígeno de manera más sencilla.

Estas dos vertientes se pueden poner en práctica en cualquier espacio, si bien prima tener una zona amplia para que las plantas respiren. Habitualmente el hábitat pensado para el cultivo está orientado en una zona luminosa, pero si no fuese así ya podemos encontrar fuentes de luz artificiales adaptables para este uso.

 

Huerto urbano vertical: aprovecha el espacio

Si los metros cuadrados son un problema, los huertos verticales suplen esta carencia aportando, además, un plus decorativo. Esta disposición crea una suerte de muros vegetales que ejercen de fuerte elemento ornamental. Por otra parte, resulta habitual emplear como macetas elementos reciclados, tales como latas o botellas.

Esta alternativa requiere que la zona donde colgamos las plantas disponga de una apropiada orientación a la luz solar (según el tipo de elementos que vayamos a cultivar), ya que aquí resulta complicado ubicar una fuente artificial.

 

Integración de un huerto urbano en interiorismo

Ya ves que no importa el espacio, no es necesario tener un amplio jardín, ni siquiera una zona especialmente luminosa, pues ya hay tecnología que nos apoya (sistemas de control, iluminación…) o disposiciones que optimizan el espacio disponible, como los jardines verticales.

Te sugerimos integrar un rincón pensado para el cultivo de los propios alimentos (Grow Your Own Food) dentro de tus proyectos. Los motivos son múltiples: generarás un hábitat auténtico, enraizado con los orígenes y que generará bienestar a quien lo viva, reducirás la huella de carbono al promover el autoconsumo y potenciarás el biointeriorismo y el bienestar dentro de ese entorno.

 

No solo lo decimos en Connections by Finsa. Es tal el auge de los huertos urbanos caseros que IKEA ha creado una colección de invernaderos para el hogar, disponiendo de maceteros, luces, y todo tipo de elementos necesarios para cultivar desde unas especias a nuestras propias frutas y verduras.

El impulso verde al interiorismo va un paso más allá y se vincula al autoconsumo y a la alimentación consciente. ¿Te sumarás a esta tendencia? Cuéntanoslo en redes sociales a través del hashtag #ConnectionsByFinsa.