DORMIR COMO UN NÁUFRAGO EN LA COSTA AFRICANA

Un albergue de lujo en un cementerio de barcos.

En un tramo de costa remoto de África se encuentra el mayor cementerio de barcos del mundo. Ubicado al norte de Namibia, esta parte del litoral oceánico de 500 km sufre la llegada de la corriente fría de Benguela, que produce densas nieblas durante la mayor parte del año. En este punto desemboca al mar el gran desierto de Namibia, del cual fluyen hacia el Atlántico fuertes vientos. El choque de características climatológicas tanto del océano como del desierto hacían difícil desembarcar, pero también zarpar desde la costa. Estas condiciones hicieron que en este punto del mundo se diera el mayor número de naufragios del mundo, lo que significa que los esqueletos de cientos de barcos siguen allí.

Son 12 cabañas que tienen forma de barco, con el objetivo de hacer un homenaje a todas esas embarcaciones que terminaron yéndose a pique en la zona por culpa de las densas nieblas oceánicas que se producen durante todo el año.

Las cabañas se han hecho en madera y se abastecen con energía solar. Pese a que el desierto ocupa la región, lo cierto es que el establecimiento se encuentra a corta distancia del Océano Atlántico.

Nina Maritz Architects, con sede en Windhoek, capital de Namibia, encontró la inspiración en los cientos de naufragios esparcidos por la Costa de los Esqueletos para diseñar estas cabañas de lujo, en pleno hogar de elefantes, leones, hienas y otros animales salvajes adaptados al desierto.

El albergue, Shipwrek Lodge, tiene como objetivo proporcionar un alto nivel de confort y servicio.

«Intentando capturar la sensación de dureza y desolación que experimentaron los náufragos y los marineros en épocas anteriores, las cabañas de madera fueron diseñadas para evocar piezas rotas de barcos», explicaron los arquitectos.

Cada una de estas cabañas cuenta con un dormitorio ubicado en una estructura destinada a evocar una sección del casco del barco que está conectada por un pequeño vestíbulo a un baño.

Cabe destacar que el salón y el restaurante, de estética similar, están ubicados en otro edificio, pero más grande.

El sitio remoto del desierto y los estrictos criterios de sostenibilidad presentaron muchos desafíos para el proyecto.

Denzel Bezuidenhoudt (autor de las fotos).