Cinco espacios que respiran en su propio hábitat

La arquitectura integrada en hábitats naturales permite a los materiales respirar y dialogar con el entorno. En muchos bosques autóctonos y espacios naturales se han levantado algunas construcciones ideadas de forma sostenible y en total equilibro. Su objetivo es respetar al máximo las necesidades de la naturaleza sin ser invasivas.

 

Vivir en el bosque

Aquí podemos ver algunos ejemplos que representan un paso más en la evolución de las típicas cabañas de los árboles.

 

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Desde microcasas a espacios acristalados en contacto estrecho con la tierra y con usos variados.

En estos casos, las formas arquitectónicas se mimetizan con la vegetación o el paisaje circundante de forma sutil y casi perfecta e imperceptible.

 

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La comunicación visual con la naturaleza es total dentro de estas construcciones.

 

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Turismo verde

El alojamiento turístico es una finalidad común de este tipo de edificaciones integradas en paisajes tan bucólicos como el del Tirol italiano. Buena muestra de ello son las cabañas obra del estudio Network of Arquitecture situadas en este enclave o el complejo hotelero Tree Suites ubicado en Kitzbühel (Austria) del estudio Peter Pichler Architecture.

 

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En ellas se puede disfrutar de una experiencia inmersiva en el bosque en cabañas que evocan casas típicamente alpinas.

 

Conexión con el entorno y formas vivas

No hace falta irse lejos para encontrarse maravillosos ejemplos de arquitectura en perfecta armonía con la naturaleza. Es el caso de la Casa Levene, obra de NO.MAD Arquitectos, emplazada en la Sierra de Madrid.

Se trata de una casa experimental construida respetando toda la vegetación del entorno, que se esconde y mimetiza en el bosque gracias a un sutil estilo de construcción. El acabado acristalado permite conectar la casa con la naturaleza en la que vive.

 

Construcciones biomiméticas

Moldear las construcciones en imitación de las formas naturales es un recurso que da como resultado viviendas totalmente orgánicas. Por ejemplo, las del arquitecto mexicano Javier Senosiain, gran exponente de este tipo de arquitectura biomimética.

  • Construcciones con formas de animales:

  • Simulación de un ojo en una ventana.

  • ¿Una cueva o una casa?

 

Jardines verticales

En este diálogo constante entre naturaleza y arquitectura varían las formas y, en ocasiones, es la vegetación la que se apodera de ellas, como sucede con jardines verticales o aquellos instalados en los techos.

La arquitectura orgánica se basa en una estrecha relación con la naturalez. Trata de responder a necesidades e inquietudes de sus habitantes pero siempre con un lenguaje armónico y respetuoso.

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