Dakdorpen: un pueblo sobre mi azotea

¿Está el nuevo urbanismo por las nubes? Para el estudio holandés Walden, sí, literal y figuradamente. Considerando que la mayor parte de la población vive en ciudades, donde las condiciones extremas de temperatura o la contaminación del aire son un problema con mayor presencia, desde esta empresa están proyectando una solución pionera a nivel mundial: Dakdorpen. Se trata de un concepto de urbanismo que propone construir pueblos sobre las azoteas, basándose en modos de vida que repliquen la autosuficiencia y sostenibilidad del rural.

Techos verdes, orígenes de Dakdorpen

¿Cómo ha surgido esta idea tan revolucionaria? El germen de Dakdorpen se encuentra en los techos verdes, una forma de cubrir con vegetación (de forma parcial o total) esta parte de un edificio, con el objetivo de limpiar el aire y regular térmicamente las ciudades.

En el proceso de prototipado de Dakdorpen, desde Walden lanzaron primeramente un proyecto de sustrato circular con el que comprobaron, gracias al apoyo del biólogo Seeger van Kints y del procesador de residuos GP Groot, que era posible cultivar plantas con las mismas cualidades que en tierra firme. Lo hicieron sobre un techo del edificio De Kroon ubicado en Róterdam (donde se está planteada la primera aldea sobre una azotea) a través de 24 contenedores de un metro cuadrado.

Los seguimientos realizados durante un año dieron de sí excelentes resultados, además de “un conocimiento accesible a una amplia audiencia, uno de los pilares más importantes de esta fase: compartir lo que vayamos aprendiendo”, detallan en el estudio.

Tras el éxito de este primer planteamiento, los pueblos en las azoteas irán un paso más allá apostando por remodelar estos espacios para habitarlos de forma permanente. Así, a los beneficios asociados a los techos verdes se suma una solución de vivienda en urbes que se encuentran especialmente pobladas. Desde el estudio estiman que, si se usa el 10% de los techos de Róterdam con esta finalidad, el resultado sería de 15.000 viviendas de aproximadamente 80 metros cuadrados.

 

Qué propone Dakdorpen: minicasas y naturaleza

Otra de las claves de Dakdorpen es precisamente la solución de vivienda que postula. En lo referente a su tamaño, promueve las minicasas como espacios mínimos habitables plenamente accesibles para personas con cualquier tipo de diversidad funcional.

Por otra parte, como te decíamos, implica como valor asociado a este modelo la conexión con la naturaleza y la recuperación de los hábitos de vida del rural: sostenibles y en red con el vecindario. Defienden la posibilidad de autoabastecimiento mediante el cultivo de huertos (hecho demostrado empíricamente en la primera fase) y su gestión en las microcomunidades que se constituyen en las alturas.

Dakdorpen comenzó en 2017, junto con las entidades Rotterdam Rooftop Days y Tiny House Academy, con la colocación de una pequeña casa en autoabastecimiento En 2018, la antropóloga Renee Roojmans, parte del equipo, comenzó a vivir en el techo de Hofbogen durante un año. Comprobado el éxito, en 2019 se instaló el proyecto actual en De Kroon, cuyo seguimiento se plasma en este blog.

 

Beneficios para las ciudades con pueblos en las azoteas

Los análisis de Walden concluyen que los edificios cuyos techos se rehabiliten como pueblos obtendrán un mejor aislamiento (de 5 a 8 grados de refrigeración en verano) y una considerable reducción en consumos energéticos, así como una vida útil más larga para la cubierta.

 

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A diferencia de la simple incorporación de vegetación en azoteas (techos verdes), la habilitación como vivienda permite economizar el proyecto y agilizar su construcción. Como extra, se podrán obtener ingresos por el alquiler residencial de estos espacios pensados para ser habitados de forma permanente, alejándose con ello de los sistemas de gentrificación que generan desajustes en algunas ciudades.

 

No todos los techos valen para ser habitados

Roojmans aclara que “antes de hacer algo en el techo debes conocer el edificio de abajo y estudiar qué capacidad de carga necesitas para el uso que quieres”. Esto influirá en la posibilidad de colocar árboles, en la cantidad de sustrato que podrá soportar la azotea, etc. Las instalaciones de alcantarillado o de tuberías de agua también serían otro tipo de limitación para este modelo.

 

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Cooperación, clave para el cambio

En la web de Dakdorpen piden apoyo de todo tipo de entidad que esté dispuesta a sumarse a este cambio de paradigma en las urbes. En el estudio apoyan la colaboración como solución a los problemas actuales de la arquitectura, tanto en la suma de profesionales de distintas disciplinas como en el acompañamiento por parte de empresas de distintos sectores.

 

¿Te animas a sumarte al cambio urbanístico? ¿Crees que viviremos mirando