6 ciudades con smart barrios

La revolución digital está cambiando el mundo. Al igual que sucede con Berlín con sus barrios digitales o Zukunftsorte (“lugares de futuro”), otras urbes se preparan también para dar respuesta a los grandes desafíos globales, con el cambio climático en cabeza. Las smart cities o ciudades 4.0, sostenibles, conectadas y mejoradas a través del uso de la tecnología, han apostado por reciclar sus barrios y transformarlos digitalmente. Descubrimos 6 casos representativos de ciudades y barrios inteligentes:

 

Seúl: líder en desarrollo digital

La capital surcoreana demuestra desde hace más de veinte años su liderazgo. En 2022, de hecho, se alzó con el premio Smart City -lo entrega el Smart City Expo World Congress (SCEWC) para reconocer las iniciativas más destacadas en innovación y transformación urbana- por sus políticas de inclusión digital en comunicación, movilidad, seguridad, educación y uso de la tecnología a través de su plataforma Smart Seoul.

La megaurbe asiática lleva un tiempo empleando el big data para el desarrollo del e-government e implementando las tecnologías móviles para implicar a sus ciudadanos en la gestión de la urbe. Algunos de los proyectos innovadores más recientes son la utilización de robots patrulla autónomos y de balizas inteligentes para niños que transmiten señales constantes con su ubicación en tiempo real.

 

Barcelona: transporte verde, sensores y contenedores “smart”

En movilidad apuesta por un transporte público con sistema renovable y un modelo de súper islas (el proyecto contempla cinco), barrios energéticamente autosuficientes, con calles peatonales y restricciones a vehículos. Ahora también cuenta con sensores led en las farolas que monitorean tráfico, flujo de peatones, ruido y calidad del aire y que pueden modular la luz en función de las necesidades.

Barcelona está equipada, además, con contenedores de basura inteligentes que incorporan aspiradoras para succionar los residuos y reducir los malos olores y que aportan datos sobre los niveles de desechos y dónde se acumulan más, mejorando así la eficiencia del servicio.

 

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Londres: apuesta por la movilidad y lucha contra el “smog”

Londres tiene un plan en su transición hacia un modelo inteligente y sostenible de ciudad. Ya tiene el wifi gratuito más rápido de Reino Unido, las Heathrow Pods (vehículos sin conductor que la conectan con el aeropuerto), la flota de autobuses eléctricos más grande del mundo (mil vehículos cero emisiones) y una plataforma de datos abiertos que utilizan cada mes decenas de miles de personas, empresas y centros de investigación.

 

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Londres ha puesto el foco ahora en la electromovilidad, el uso de gemelos digitales y de drones, y en la descarbonización del transporte para reducir los altos niveles de smog (niebla contaminante). La creación de zonas de bajas emisiones es otra de las medidas.

 

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Madrid: polos de innovación

La transformación digital de Madrid se cimenta en la apuesta por el transporte público y la movilidad inteligente, la sostenibilidad, las TIC, la combinación de espacios y la participación ciudadana.

Para ello, el Ayuntamiento ha abierto en los últimos meses varios centros de innovación. En marcha están ya Madrid Innovation Lab (MIL), epicentro de la inteligencia artificial y deep tech para iniciativas que fomenten las tecnologías disruptivas, atrayendo y reteniendo talento e inversión; Puerta Innovación, para emprendedores y startups con proyectos en movilidad, energía, industria 4.0 o fintech (tecnología financiera), y Madrid Food Innovation Hub, un vivero de empresas emergentes de la industria gastronómica (ya han “incubado” a 60). En breve funcionarán Sandbox Movilidad, el mayor campo de pruebas de Europa para testear coches sin conductor, reparto de mercancías con drones y robots o foodtrucks autónomos, y el Parque Tres Luces, en Ciudad Lineal, que aprovechará la energía de las plantas para generar luz, como ya se hace en el Het Park van Morgen de Rotterdam.

 

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Masdar: stop a los vehículos de combustión

Situada en Emiratos Árabes Unidos, se trata de una ciudad de nueva construcción con un diseño de barrios con movilidad a escala humana que se conectan con cinco sistemas de transporte público. La entrada a la ciudad de vehículos con motores de combustión está prohibida.

Masdar cuenta con espacios verdes para refrigerar las calles y minimiza las emisiones de CO2 al optar por las energías renovables y un modelo urbano que aglutina el uso residencial, comercial, educativo, industrial, de trabajo y de ocio. A ello se suma el diseño bioclimático de los edificios, adaptados al clima desértico y orientado al aprovechamiento de las corrientes de aire.

 

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Copenhague: la ciudad de las bicis

La capital danesa continúa su avance hacia un desarrollo inteligente. En 2017, la incubadora Copenhagen Solutions Lab fue premiada por un sistema que lo monitorea todo (o casi) en tiempo real (tráfico, gestión de residuos, calidad del aire, uso de la energía) y conecta semáforos, máquinas de estacionamiento y electrolineras para dirigir el tráfico y mejorar la eficiencia energética. Todos estos datos se traducen en una aplicación con la que los ciclistas se guían por las calles, saben cuándo encontrarán el semáforo en verde o en rojo y pueden planificar sus recorridos. Dos datos: hay 700.000 bicicletas en Copenhague y el 60% de los ciudadanos las usan para ir a trabajar o a su centro de estudios.

Otras claves para ser referente de la sostenibilidad urbana son: la inversión en energías renovables como la eólica, la fotovoltaica o la biomasa (existe un proyecto para construir 9 islas artificiales al sur de la capital con plantas eólicas y de conversión de residuos), el uso del big data (para minimizar el mal uso de energía y agua) y los jardines urbanos (la cuarta parte de la ciudad son espacios verdes y desde hace unos años todos los edificios nuevos deben tener una azotea ajardinada).