Resiliencia en diseño y arquitectura (más allá de la Covid-19)

La resiliencia es la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias complicadas como la que nos ha tocado vivir con esta pandemia. Profesionales del diseño y la arquitectura saben de primera mano sus consecuencias. Las medidas de confinamiento y distanciamiento social han trastocado por completo su forma de trabajar.

En muchos casos, se han cancelado proyectos en cartera, grandes festivales del sector donde aprovechaban para intercambiar ideas con sus compañeros de profesión o simplemente han notado cómo el teléfono ha dejado de sonar y a la bandeja del correo electrónico ya no llegan peticiones.

Su refugio ha estado en las plataformas virtuales para tratar de vender sus creaciones y aliviar así la falta de ingresos. Quienes tienen capacidad económica para resistir también han hecho sus pequeñas aportaciones para tratar de ayudar en la lucha frente a la pandemia.

 

Una idea que nació de una manta

Este es el caso del diseñador Paul Cocksedge, co-fundador del reconocido Paul Cocksedge Studio.  Puso a disposición de los seguidores de su perfil en Instagram el diseño de una manta para hacer picnic que permite de un vistazo respetar el distanciamiento social de dos metros entre cuatro personas. A esta creación la ha bautizado como Here Comes The Sun.

“Como diseñador, a diario trabajo con tallas y medidas y en ocasiones encuentro complicado establecer cuánto son dos metros, algo que creo nos está ocurriendo a todos y que añade un punto de preocupación a nuestras relaciones personales. Este diseño es una respuesta divertida a este problema y lo puede descargar todo el mundo”, explicó Cocksedge al mag Wallpaper. En ese mismo reportaje se avanzó que su siguiente paso sería el diseño de mobiliario en tres dimensiones bajo esta misma premisa.

https://www.instagram.com/p/B_Xb5scjYl5/

 

Distancia social, cercanía en el ciberespacio

Entre quienes decidieron pasar a la acción al ver que sus encargos se reducían a pasos agigantados se encuentra el británico James Holborow. Este polifacético artista ha trabajado como diseñador gráfico, fotógrafo de interiores, creativo freelance y director de arte.

Reconoce que en cuanto Boris Johnson decretó el confinamiento de la población del Reino Unido sus clientes comenzaron a cancelar los trabajos que tenía pendientes. Entonces se lanzó a crear Service Shop, una plataforma desde la que no solo se venden sus obras impresas, sino que también consiguió atraer a otros creadores para hacerla más atractiva.

“Fue un shock ver cómo todo lo que iba a hacer en las siguientes semanas quedaba cancelado. Los clientes tomaban la decisión correcta, porque estaban preocupados por nuestra salud, pero para un creativo que trabaja como freelance es complicado de asumir. En ese momento decidí llamar a un amigo que estaba en una situación económica mejor que yo y me preguntó si había considerado vender mis creaciones impresas, que él compraría una encantado. ‘Todos tenemos que cuidarnos los unos a los otros de una forma u otra’, me dijo”, detalla Holborow en un extenso reportaje sobre Service Shop en UnpolishedMagazine.

“Y ahí pensé que, si yo podía crear un espacio para vender mis trabajos, por qué no podría implicar a más gente para que hiciese lo mismo”, recalca sobre su iniciativa que destina parte de los beneficios obtenidos a causas sociales.

https://www.instagram.com/p/CBiBZO0gVsl/

 

Una oportunidad en la nube

La organización benéfica University of the Underground, con sedes en Londres y Amsterdam, también quiso poner su granito de arena para ayudar a arquitectos y diseñadores freelance tras el estallido de la pandemia. Les dio la oportunidad de formar online, a través de workshops y tutoriales alojados en la nube, a su alumnado que se había quedado sin clases presenciales y de esta forma obtenían ingresos económicos a cambio.

https://www.instagram.com/p/B-HF9XGhAGk/

Mientras la nueva realidad se empieza a asentar en el mundo, las instituciones, marcas, diseñadores y artistas siguen exprimiéndose el cerebro para que la industria creativa no se detenga, para que salga de esta crisis innovando como nunca y permanezca unida… más allá de la distancia social.