Craftcore, el lujo de lo artesano

La ecología, el reciclaje, las tendencias vintage y retro, la circularidad, el enfoque ético a la hora de producir y el uso de materiales naturales son algunos de los pilares sobre los que se ha asentado, desde hace ya un tiempo, el mundo del diseño, el interiorismo y la moda. Y hay un movimiento que lo reúne y resume todo. Se llama craftcore, la nueva artesanía que recupera los oficios tradicionales y los amolda a nuestro tiempo.

 

¿Qué es craftcore?

Es la conexión sostenible y creativa entre lo tradicional y lo nuevo, que ensalza lo hecho a mano, sin prisa, al margen de las modas pasajeras, que va más allá de lo estético para replantear tanto los espacios que habitamos como incluso las maneras de vivir.

En la era de la velocidad, esta ola artesanal supone toda una revolución. También un auténtico lujo, aunque no en su dimensión habitual. El craftcore se refiere a ese lujo que es discreto, sin ostentaciones, que surge de la exclusividad de las cosas. Un lujo consciente.

 

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Sin embargo, la actual artesanía implica tradición cultural y oficio con pensamiento innovador. Es, en cierto modo, respetar el tiempo, tanto el dedicado a fabricar un objeto como el que invierte el artesano en perfeccionar sus habilidades y pulir su propio estilo. Y el tiempo, ya se sabe, es oro.

 

Características de lo craftcore

¿Qué hace entonces que algo sea craftcore? Repasamos algunas de las características que forman parte de su ADN:

 

Vuelta a los orígenes

Craftcore es coser, reparar, tallar, pintar, esculpir, trenzar, clavar. Regresar con los ojos de hoy (incluso con los de mañana en algún caso) a las raíces de los oficios ancestrales para recuperar y disfrutar de sus procesos y sus valores. Creatividad de la mano de la autenticidad.

 

La tecnología, una aliada

Las nuevas herramientas ayudan a dar forma a las obras sin alterar el proceso esencial de su oficio.

 

Producción lenta, sin prisa

Lo artesano, no estandarizado, hecho con calma, es más humano. ¿Por qué? Porque, a diferencia de lo que ocurre con la fabricación industrial, el trabajo manual permite que haya creatividad en cada momento del proceso. También implica un consumo más responsable.

 

Un motor para las emociones

El valor de lo hecho a mano conecta con lo que algunos denominan las “emociones artesanales”. Las piezas craftcore activan nuestros sentidos, permiten establecer una conexión más profunda con el propio objeto y también con la marca. Son expresión del alma del artesano.

 

El pilar de la sostenibilidad: salud para las personas y el planeta

La industria del diseño se esfuerza en ser cada vez más sostenible. La nueva ola artesanal encaja a la perfección con esta filosofía. El aspecto humano, la responsabilidad y el respeto por todo el proceso de creación, desde el abastecimiento de materiales hasta el reciclaje, son clave en el universo craftcore. Vivimos un momento en el que importa saber cómo y quién hace la silla en la que nos sentamos o la taza de la que bebemos. Los consumidores han empezado a preferir aquellos objetos hechos para durar frente a la obsolescencia programada.

 

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Diseño de calidad y de larga duración

Este elemento conecta directamente con el anterior. La artesanía de calidad es lo contrario a cualquier hábito de consumo fast, de usar y tirar, de piezas desechables. El mundo craftcore no se somete a la estacionalidad ni a las tendencias efímeras: ofrecen la mejor calidad de producto y se diseñan y realizan para perdurar en el tiempo, acompañar durante generaciones. Buscan llegar a ser clásicos contemporáneos.

 

Amplio abanico de materiales para experimentar

Los artesanos del lujo se inspiran en los materiales, en cómo pueden manipularlos sin que dejen de ser sostenibles y que garanticen una larga vida al objeto fabricado. Algunos son de origen natural, como la lana, el algodón con el que se hace la artesanía del nudo de macramé, una técnica en auge, la fibra de esparto -como la emplean las bilbaínas de Sagarminaga Atelier en esta pieza para un hotel de Marbella- o la madera, un material que por sus propiedades nos reconecta con la naturaleza y nuestros orígenes.

@thelarksheadshop

Taking you through the entire process for a custom macramé mountainscape #macrame #macramewallhanging

♬ Young Folks – Shindig Society

Hay otros materiales más abiertos a la experimentación, como la resina epoxi que se utiliza para hacer joyas, customizar muebles de madera o incluso para transformar una tabla de surf en una pieza de arte única. O el vidrio: los artesanos valencianos Sorribes han sabido adaptarse a su tiempo, después de tres generaciones, con una insólita capacidad de personalización de producto. El chef Dabiz Muñoz contó con ellos para la decoración del nuevo local de Streetxo en Madrid:

@ronilangley

Black or brown surfboards????

♬ Bombastic Side Eye Criminal Offensive Side Eye – CasaDi

 

Reacción al dominio de los móviles  

“La artesanía se volverá fundamental en el diseño”. La frase es de Jonathan Anderson, director creativo de Loewe. La dijo en una entrevista concedida hace cinco años a la revista Dezeen. El diseñador norirlandés aseguró entonces que el renacimiento que estaba experimentando la fabricación manual en base a los oficios tradicionales era la respuesta a la sobredosis de tecnologías digitales en el mundo actual, a “la falta de realidad”.

Esa fue la razón por la cual, dos años antes, en 2016, lanzó el Loewe Craft Prize, un concurso anual que premia la mejor artesanía con ambición artística de todo el mundo. La ganadora de la edición del 2022 del prestigioso galardón, dotado con 50.000 euros, fue la escultora surcoreana Dahye Jeong, que trabaja desde su casa. Ganó con una obra llamada A Time of Sincerity (Tiempo de Sinceridad), una enorme y etérea vasija tejida con pelo de caballo finísimo y empleando una antiquísima técnica artesanal. Una pieza que, como se ha dicho, no podría decirse si pertenece al pasado o al presente. Es el mismo concepto detrás de las obras que concursan este año:

 

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El cárdigan de Harry Styles y TikTok

Sin embargo, es el mundo digital el responsable de gran parte de la popularidad que ha ido adquiriendo el craftcore. En concreto TikTok. Durante los meses de confinamiento por la pandemia mundial se generó un interés creciente por la artesanía y las manualidades en esta red social. Y hubo un momento que se hizo viral: cuando el cantante Harry Styles actuó en The Today Show vistiendo un colorido cárdigan de la marca JW Anderson (sí, precisamente la de Jonathan Anderson).

El diseño se convirtió en un reto para tiktokers, que se apresuraron a imitarlo. Al diseñador le encantó que le “robasen” su chaqueta de crochet y acabó compartiendo el patrón y las medidas para que la gente lo hiciera en casa de manera artesanal:

@lilbittylivie

I made myself a knock off of harry styles’ jw anderson cardigan lmao #fyp #foryou #foryoupage #harrystyles

♬ original sound – Liv Huffman

 

Las marcas de alta gama también se suben al carro

Las grandes firmas de moda, por ejemplo, se acaban de dar cuenta del valor emocional y del potencial de lo que está hecho a mano. Dior, Fendi, Valentino o Alexander McQueen han mezclado distintas técnicas tradicionales textiles (desde ganchillo a patchwork, pasando por los abalorios) en las prendas de sus últimas colecciones.

Loewe, claro, lleva incorporando lo artesanal mucho más tiempo. Lo hizo con la cestera contemporánea Idoia Cuesta, con quien colaboró en una colección de bolsos y jarrones. Y ha vuelto a reclamar a la creadora textil donostiarra afincada en Lugo para continuar por la senda craftcore, en este caso en el proyecto Loewe Chairs: sillas hechas a mano reinventadas por artesanos a través del acto de tejer y adornar, antiguas y de nueva elaboración, tejidas con cuero, rafia o fibras metálicas, transformando objetos cotidianos en piezas únicas.

 

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Zara, buque insignia de Inditex, también ha cogido la nueva ola de lo artesanal, apostando por productos hechos a mano siguiendo técnicas tradicionales. Una de sus últimas incursiones en este campo la ha hecho con una colección de bolsos junto a la Asociación de Redeiras Artesás Illa da Estrella de Corme, creados para recordar nuestras raíces a través del método del upcycling, con material de pesca usado al que se da una nueva vida y un nuevo uso.

La marca de lujo CLO Madrid, por su parte, también ha abrazado el resurgimiento artesanal. Sus portavelas de porcelana creados por los ceramistas de Sargadelos (dos siglos de tradición combinados con una estética actual) lo demuestran. La Maison Hermès también se fijó en el gusto por lo surrealista, lo neocastizo y la osadía en el uso de la forma por parte del estudio de cerámica, arte y diseño Bussoga, de Girona, y los llamó para diseñar los patrones de una colección de corbatas:

 

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¿Ya tienes clara la tendencia craftcore y cómo aplicarla a hábitat e interiorismo? Comparte tus impresiones en redes sociales usando el hashtag #ConnectionsByFinsa.