Contenedores marítimos: reciclarlos para crear nuevos hábitats y soluciones

La utilización de los contenedores de transporte marítimo en proyectos de construcción no es nuevo. Pero lo que sí continúa sorprendiendo es su gran versatilidad, la capacidad casi infinita que tienen para adaptarse a cualquier uso y crear nuevos hábitats. La segunda vida de estas cajas metálicas da para mucho: desde hacer casas con ellas a viviendas de emergencia, hasta aulas efímeras o piscinas. Ahora surgen nuevas aplicaciones: las fábricas desmontables.

La empresa MyBox Experience, que se dedica desde el año 2014 a construir viviendas y otros espacios con contenedores marítimos reciclados, está a punto de hacerlo con la nueva fábrica que quiere construir en Allariz (Ourense). La nave tendrá una superficie de 10.000 metros y contará con dos zonas: una de producción industrial y otra para oficinas. El diseño lo firma el estudio de arquitectura Müller-Feijoo y en él se emplearán unos 150 contenedores, la mayoría de 12 metros de largo.

 

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Contenedores en la estructura de estadios: el 974 de Catar

El modelo constructivo se inspira en el aplicado en uno de los campos de fútbol del pasado Mundial de Catar. Se trata del icónico 974 Stadium, con capacidad para albergar a 40.000 aficionados y proyectado por otro estudio español, Fenwick Iribarren. Es el primer estadio construido con contenedores de barco, en concreto con 974, de ahí su nombre, y, además de colorido e innovador, se construyó como un equipamiento sostenible, con fecha de caducidad. La intención era desmontarlo al terminar la competición y reutilizarlo después para otros usos.

En el caso de la nueva sede central de MyBox Experience, esta se ha planteado como una estructura flexible a los cambios y con una larga durabilidad, pero lo cierto es que, si quisieran, también podrían desarmarla y trasladarla a cualquier otra ubicación en el futuro. De hecho, será una de las primeras fábricas en el mundo que se pueda deconstruir.

 

Los pioneros en construcción con contenedores

La rapidez de montaje y desmontaje es, precisamente, una de las características principales de la construcción a base de contenedores. El arquitecto Rafa Novio, que junto a su socio Carlos Taboada, integra el estudio AATaller, en Santiago de Compostela, lo sabe bien. Ellos son los pioneros de la arquitectura con contenedores, los primeros que lograron, en 2003, las patentes de diseño industrial y de uso como espacio habitable de un contenedor de transporte marítimo. “En 164 países, en casi todo el mundo menos Australia”, cuenta. Las patentes eran necesarias para llevar a cabo un proyecto con de I+D con la Xunta.

 

Londres y Róterdam, parecidos pero no iguales

En aquel momento había experiencias similares -la Container City de Londres o en Róterdam- pero no eran 100% contenedores: se habían despiezado o se les había añadido alguna estructura metálica. El prototipo de AATaller, hecho con seis contenedores y diseñado para albergar el Centro Tecnológico Rural (hoy es la sede de su estudio), no perdía, en cambio, su carácter de elemento estandarizado de transporte. Era habitable, sí, pero seguía siendo un contenedor y, de ser necesario, permitirían montarlo de nuevo en un barco. Por eso recibió la patente.

 

Aulas montadas en horas

Así empezaron a trabajar en AATaller como proveedores para la UNESCO. Uno de los proyectos en los que participaron consistió en crear una serie de aulas de informática para estudiantes de institutos de Marruecos. “Se montaban en una mañana con todo: mesas, sillas, equipos, entrada de electricidad, entrada de datos… Se unían un contenedor con otro sobre cimentación, se atornillaban, se cerraban por presión y listo. En tres horas estaba todo instalado”, recuerda Rafa Novio. La patente la perdieron diez años después, en 2013. “No era nuestro objetivo. Nuestra idea era seguir avanzando y creando nuevos espacios habitables, continuar innovando. De hecho, ya no hacemos viviendas con contenedores”, explica.

 

Impacto ecológico cero

La arquitectura modular tiene otras muchas ventajas. Su huella medioambiental es prácticamente nula. “No hay casi escombros ni materiales sobrantes como suele haber en las obras, se reducen al mínimo”, recuerda Novio. También permite un mayor control de los costes y, de entrada, su construcción es más económica. “Para viviendas estandarizadas, todas iguales, con una cadena de producción industrializada, por supuesto que es una gran opción”, comenta Novio. En el caso de viviendas unifamiliares, añade, “el coste se puede disparar”. Todo depende, por tanto, de lo que cada propietario interesado en una vivienda de este tipo pretenda invertir.

 

Contenedores en viviendas sociales

En este sentido, la fabricación de casas modulares con contenedores se evidencia como una de las mejores alternativas para la creación de viviendas sociales. El proyecto Ecocontenedores, presentado en la World Design Capital Valencia 2022 por la Escola Superior de Disseny de Valencia, es un ejemplo claro del uso de estos elementos para ofrecer un hábitat sostenible, socialmente responsable y, también, un ejemplo de diseño, incorporando materiales y acabados de gran calidad. “Para este tipo de viviendas -añade Novio- los contenedores son una solución indiscutible”.

 

Diseño versátil y multifuncional

La versatilidad de estas estructuras ayuda mucho. Desde el punto de vista de su diseño, que puede planificarse de mil maneras, como una sola planta, con varias, horizontal, con estructura apilable o con espacio entre elementos. Pero también ofrece muchas posibilidades para crear espacios multifuncionales. “Se puede hacer casi cualquier cosa con contenedores marítimos. Colegios, hospitales… Casi todo lo que se pueda imaginar”, asegura Novio.

 

Sin problemas de confort térmico

Su condición original de cajas de chapa metálica, sin embargo, no está reñida con el confort. El adecuado aislamiento térmico funciona perfectamente en estos diseños, regulando la temperatura en su interior para que la sensación sea siempre agradable. En el caso del prototipo de AATaller, el equipo de investigación realizó durante meses pruebas de frío glacial llevando sus contenedores hasta un pueblo cerca de Odessa, y también de calor extremo, trasladándolos a Guinea. “Estuvieron a 15 grados bajo cero y a más de 50 y comprobamos que nuestro aislamiento funcionaba”, apunta Novio. De hecho, después de veinte años, su estudio sigue en perfecto estado: “Y con el mínimo mantenimiento”.

 

Módulos solares de quita y pon entre raíles

La capacidad de desmontaje en la construcción no se circunscribe al ámbito de la edificación. Sun-Ways, una startup suiza, ha desarrollado una solución, patentada también, para crear una especie de central fotovoltaica desmontable entre las vías del tren. El proyecto técnico parece estar casi finalizado y se prevé instalar módulos solares en varios cientos de kilómetros de raíles en Suiza en 2025 y en 2030 en otros puntos de Europa. El primer prototipo se colocará en 2023. Los impulsores de esta innovadora solución fotovoltaica pretenden preensamblar los módulos en fábrica y transportarlos después en un tren especial hasta el lugar de la instalación, para desplegarlos como si fuera una alfombra y poder retirarlos en cualquier momento cuando haya que realizar tareas de mantenimiento.

 

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