CONEXIÓN CON… Emma McNickle, arquitecta de interiores sénior en 21SPACES

En 21SPACES, con sede en Dublín y Londres, ningún proyecto es pequeño y en cada uno de sus encargos vuelcan toda la creatividad, excelencia en el diseño y capacidad de innovación que les caracteriza desde que abrieron su estudio hace veinte años. No descuidar absolutamente nada es una de sus máximas a la hora de trabajar.

“Los detalles más pequeños son tan importantes como la gran idea”, afirma Emma McNickle, arquitecta de interiores sénior en la firma irlandesa. Especializados en los sectores minorista y hotelero —con una cartera variada: desde oficinas, restaurantes y cafés a alojamientos para estudiantes, hoteles, tiendas y balnearios— siempre buscan crear soluciones de diseño personalizadas, a medida de cada cliente, y hacer perfecta la experiencia del usuario con cada espacio que crean.

McNickle, que en abril estuvo en Madrid como parte del equipo de 21SPACES en la última feria Rebuild, apunta a la crisis climática y al incremento en el coste de los materiales y del combustible —por el covid, el Brexit y ahora la guerra de Rusia en Ucrania— como dos de los grandes e inminentes retos que se le presentan al sector. La sostenibilidad, añade, es el único camino posible: “Es difícil, pero creo que llegar a un punto en el que los materiales y los edificios puedan ser realmente reutilizados y reciclados es la clave”.

En Connections by Finsa hablamos con la diseñadora sobre estas y otras cuestiones.

 

Calificáis vuestro trabajo de multidisciplinar. Esa, decís, es la clave de vuestro éxito. ¿Lo ecléctico potencia la creatividad? ¿De dónde surgen las ideas para vuestros proyectos? ¿Qué os inspira?

Por supuesto. Tenemos la suerte de que la inspiración se puede encontrar de muchas maneras y a menudo en lugares inesperados. Es un cliché, pero creo que volver a la naturaleza a menudo proporciona inspiración, ya sea la forma de un guijarro o los tonos de color de un jardín. Cuando estoy en ciudades importantes, suelo visitar hoteles nuevos para comer algo y así poder empaparme del ambiente y los detalles de diseño del espacio. Las visitas periódicas a exposiciones ayudan a ampliar los horizontes y a conocer nuevas formas de pensar.

 

El cliente es el centro de vuestros proyectos, que son a medida y basados en un profundo conocimiento de cada uno de ellos y del contexto social y cultural. ¿Es difícil comprender las necesidades y expectativas de cada cliente? ¿Cómo enfocáis cada trabajo?

Los informes detallados son vitales para entender las necesidades y expectativas de nuestros clientes. A menudo les ayudamos a redactar el briefing mediante una lluvia de ideas, un estudio de mercado y el estudio de proyectos anteriores. Conocer al cliente, los valores de su empresa y sus aspiraciones para el futuro es fundamental al principio de cada proyecto.

 

Especialistas en el sector minorista y hotelero, vuestra cartera de clientes es diversa. Mucho. Desde una perfumería o un spa hasta un fish&chips, un hotel o las oficinas de un gran estadio. ¿No hay proyecto pequeño? ¿La escala os influye en algo?

Siempre nos ha gustado trabajar a diferentes escalas, pero vivimos con el hecho de que los detalles más pequeños son tan importantes como la gran idea, independientemente del tamaño del proyecto. Por ejemplo, aunque el contexto más amplio de un hotel o de un complejo de viviendas es fundamental, la forma en que el usuario experimenta los detalles más pequeños, como la curva de una barandilla o la ergonomía de una silla, es igual de importante para el estudio. Estos son los puntos de contacto con los que el usuario interactúa a diario y conforman su experiencia del edificio.

 

Parecéis diseñadores todoterreno a los que nada se les resiste. ¿Vuestro trabajo es multidisciplinar porque así es como lo enfocáis u os habéis convertido en un estudio multidisciplinar a base de decir sí a proyectos tan variados?

Probablemente sea un poco de ambas cosas. En el estudio tenemos diseñadores con experiencia en interiores, arquitectura, diseño de productos y bellas artes, así que todos aportan algo diferente. También hay muchos aprendizajes que se pueden llevar de un proyecto a otro. Ya sea el rendimiento de un determinado material en un hotel o la profundidad de un asiento para banquetes en un restaurante, todo puede aplicarse a futuros proyectos.

 

También creáis marcas. Por ejemplo, la de una empresa de churros. ¿Qué os llama la atención de este tipo de encargos? ¿El proceso creativo es el mismo que con la arquitectura de interiores?

Para que el resultado final sea satisfactorio, la marca y el interior deben funcionar a la perfección. Nuestro objetivo es crear una narrativa y una identidad convincentes para el espacio, de modo que ambos vayan de la mano.

 

Trabajáis en Europa, pero también en otros continentes. ¿Hay diferencias a la hora de crear o de materializar un proyecto?

El proceso de creación suele ser el mismo tanto si diseñamos en Europa como en el extranjero. Son las diferentes culturas, contextos y clientes los que hacen que estos proyectos sean tan emocionantes. Trabajar en otro país también nos da la oportunidad de conocer nuevos materiales o personas. Hacer un viaje al principio del proyecto y sumergirnos en la cultura local es, sin duda, una de las ventajas. Cuando se trata de realizar un proyecto en el extranjero, a menudo trabajamos con un arquitecto ejecutivo que está en el país. Este arquitecto puede asesorarnos sobre las normas de construcción locales y visitar las instalaciones con regularidad una vez que la obra esté en construcción. Además, sabrá hablar el idioma local, lo que es fundamental.

 

¿Qué grandes retos crees que nos aguardan en los próximos años en la arquitectura y el diseño de interiores?

La crisis climática es probablemente uno de los mayores retos a los que se enfrenta la industria de la arquitectura y el diseño en los próximos años. El aumento del coste de los materiales y del combustible debido al Brexit, después al covid y luego a la guerra ruso-ucraniana ha tenido un gran impacto y ha afectado a los proyectos en todas las fases del proceso. El aumento de la demanda de viviendas asequibles y seguras sigue siendo un tema candente dentro del sector y se ha vuelto aún más tenso debido a los acontecimientos de los últimos dos años.

 

¿Cómo consideras que ha influido la pandemia del coronavirus en el diseño de los espacios? ¿Son ya más abiertos, flexibles y multifuncionales?

Incluso antes de la pandemia, los espacios que diseñábamos ya eran abiertos, flexibles y multifuncionales. Después de la pandemia, creo que se trata más de combinar los mundos digital y físico, fomentando la interacción humana y esos momentos de serendipia que hemos perdido durante tanto tiempo.

 

Y respecto a los materiales, ¿qué papel desempeña la madera en los proyectos y trabajos que abordáis? ¿Te sorprenden las soluciones tecnológicas y acabados que se consiguen con este material?

La madera es un material integral en nuestros proyectos. Es un recurso natural muy versátil y resistente que aporta calidez, textura y tactilidad a los espacios. Es interesante ver los avances tecnológicos del CLT y cómo se está considerando su uso en edificios de gran altura.

 

¿Es posible una edificación verdaderamente sostenible? ¿La conexión diseño-naturaleza es una de las claves para lograrlo?

Es difícil, pero creo que llegar a un punto en el que los materiales y los edificios puedan ser realmente reutilizados y reciclados es la clave. Podemos aprender a conseguirlo estudiando los procesos de la naturaleza y su enfoque cíclico. Dirigir la atención hacia la reutilización adaptada de los edificios y buscar materiales cuya huella de carbono sea mínima y disponibles localmente tendrán un gran impacto. Para que un edificio sea realmente sostenible debe ir más allá de su construcción y tener en cuenta cómo el usuario interactuará con él ahora y en los próximos años.