Electroclima: el impacto de la tecnología en la salud y en los espacios que habitamos

¿Qué significa habitar un espacio saludable? Puede que esta sea una pregunta que, formulada de una forma u otra, las personas nos hayamos hecho desde que comenzamos a vivir de forma sedentaria. Su importancia, de hecho, se ve si la enfrentamos a su versión negativa: ¿Quién querría vivir en un espacio insalubre?

Habitar un espacio saludable implica mucho más que evitar contaminantes y tóxicos o tener un grado adecuado de comodidad y confort. En un mundo conectado, el diseño de viviendas debe responder cada vez más a nuevas necesidades físicas, emocionales y sociales de las personas. Esto abarca aspectos como la calidad del aire, la iluminación, la acústica y la ergonomía, pero también el control del nuevo entorno tecnológico que hemos creado a nuestro alrededor.

Tenemos claro hoy en día que una vivienda es mejor siempre que se apueste por materiales naturales y seguros, pero… ¿Es saludable una casa con decenas de conexiones y pantallas emitiendo luz azul? Ahí es donde actúan conceptos como el electroclima, la biohabitabilidad o el diseño biofílico, que exploramos a continuación.

Electroclima: cómo evitar la alteración de los procesos biológicos

El electroclima se refiere al entorno electromagnético generado por dispositivos y sistemas de comunicación en nuestras viviendas. Es un aspecto que cada vez se tiene más en cuenta a la hora de atajar un proyecto desde la construcción. El Centro de Tecnología Biomédica (CTB), advierte en un informe elaborado para el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España de que «la exposición prolongada a campos electromagnéticos podría interferir con los procesos biológicos, afectando el equilibrio de los sistemas celulares de las personas que lo habitan”.

Para respetar estos procesos se pone en práctica la biohabitabilidad, la capacidad de un espacio para garantizar el bienestar integral de sus habitantes minimizando la exposición a sustancias tóxicas, controlando los niveles de humedad y temperatura, y asegurando que los materiales utilizados sean saludables y sostenibles. Esto implica minimizar la exposición a esas sustancias tóxicas, controlar los niveles de humedad y temperatura, y asegurar que los materiales utilizados sean saludables y sostenibles.

Una de las propuestas que podemos activar a través del interiorismo es el diseño biofílico. La arquitecta Anna Ferrer explica que “ayuda a reconectar a las personas con la naturaleza mediante elementos como luz natural, vegetación y materiales orgánicos”, reduciendo así el estrés y aumentando bienestar y productividad. Un ejemplo destacado de esta vertiente es el Bosco Verticale en Milán, un proyecto que incorpora jardines verticales para purificar el aire y proporcionar un entorno visualmente agradable, demostrando que la arquitectura puede equilibrar funcionalidad, estética y salud. Además, iniciativas como los jardines terapéuticos en hospitales han demostrado que la presencia de naturaleza en entornos cerrados puede reducir tiempos de recuperación en pacientes, destacando el impacto directo de la biofília en la salud.

Y sí, seguro que piensas que todo esto está muy bien… ¿Pero cómo puedes aplicarlo en tus siguientes obras? Aquí traemos varias buenas prácticas para ello.

Iluminación centrada en el ser humano para minimizar el electroclima

La iluminación es más que un aspecto estético; es fundamental para nuestra salud y bienestar. El enfoque de Iluminación Centrada en el Ser Humano (HCL, por sus siglas en inglés) busca optimizar la luz para sincronizar nuestros ritmos biológicos y mejorar nuestra calidad de vida. Y esto es algo que podemos poner en marcha cuestionándonos las luces que utilizamos, su intensidad y cómo están configuradas en el espacio.

La HCL replica las propiedades de la luz natural ajustando su intensidad, color y duración según nuestras necesidades biológicas. Por ejemplo, durante la mañana, una luz que imite el amanecer puede mejorar nuestro estado de alerta, mientras que una luz tenue por la noche favorece la producción de melatonina para un mejor descanso.

La tecnología LED ha facilitado la implementación de la HCL, ya que permite un control preciso de las propiedades de la luz. En oficinas modernas y hogares, sistemas de iluminación inteligentes pueden programarse para cambiar de tonalidad y brillo a lo largo del día, adaptándose a las actividades y necesidades de los usuarios.

Los beneficios de la HCL son varios:

  1. Mejor calidad del sueño: Regula el ciclo circadiano para un descanso más profundo.
  2. Mayor productividad: La luz intensa con tonos azulados aumenta el enfoque y el rendimiento.
  3. Impacto positivo en la salud mental: La luz adecuada puede reducir los síntomas de depresión y ansiedad.
  4. Apoyo a la salud ocular: Una iluminación bien diseñada reduce la fatiga visual, especialmente en espacios de trabajo prolongado.

Sistemas inteligentes que ajustan la iluminación según el momento del día ya se están implementando en oficinas y hogares, mostrando cómo la tecnología puede replicar la luz solar para mejorar nuestro bienestar.

Un ejemplo de aplicación se encuentra en los hospitales de Suecia, donde el uso de HCL en salas de pacientes ha reducido los tiempos de estancia y mejorado la experiencia general de los usuarios.

Control del clima interior: un aliado invisible de la salud

Cuando hablamos de climatización solemos pensar en temperatura, pero hay mucho más allá. La calidad del aire en espacios interiores afecta directamente nuestra salud. Una ventilación inadecuada puede aumentar los niveles de dióxido de carbono (CO), lo que deteriora el bienestar de los ocupantes.

Si quieres controlar estos aspectos en tu hogar o en tu próximo proyecto, necesitarás poco más que un termómetro con medidor de humedad para conocer si vives con unas condiciones óptimas.

Estos son los valores recomendables para un hogar medio:

  • Humedad: Mantenerla entre el 40% y el 60% ayuda a prevenir problemas respiratorios y la aparición de moho.
  • Temperatura: Según el RITE, lo ideal es 21–23 °C en invierno y 23–25 °C en verano.
  • Ventilación: Lo ideal es ventilar la casa al menos una vez al día durante como 10 minutos como mínimo. Si quieres ir a más, los sistemas mecánicos con recuperación de calor aseguran un flujo constante de aire fresco.

La filosofía Passivhaus, que combina aislamiento avanzado y sistemas de ventilación eficientes, facilita un clima interior saludable mientras se reduce el consumo energético. Este tipo de construcción se ha expandido globalmente por su capacidad de adaptación, especialmente en climas extremos, donde las condiciones interiores pueden marcar la diferencia entre el confort y la incomodidad.

Asimismo, los avances en sensores de calidad del aire permiten un monitoreo constante de los niveles de CO, temperatura y humedad. Dispositivos como los medidores de CO inteligentes son cada vez más accesibles para los hogares y oficinas, ayudando a los usuarios a mantener ambientes saludables.

 

Controla el entorno electromagnético: la tecnología y su impacto invisible en el hábitat

El electroclima tiene un impacto significativo en nuestra salud. Algunas estrategias que puedes seguir para reducir su impacto son:

  1. Priorizar sistemas cableados en lugar de WiFi, especialmente en zonas de descanso.
  2. Ubicar dispositivos electrónicos lejos de las áreas de uso continuo, como dormitorios.
  3. Utilizar materiales y pinturas apantallantes en las estructuras de los edificios para minimizar la radiación.
  4. Instalar temporizadores para apagar dispositivos que emiten radiación innecesaria durante la noche.

Adoptar un enfoque preventivo al diseñar espacios podría ser clave para mitigar los riesgos asociados con la creciente exposición a los campos electromagnéticos. Además, algunos países están comenzando a regular el uso de dispositivos inalámbricos en colegios y guarderías, señalando así la importancia de proteger a las poblaciones más vulnerables.

Teletrabajo y ergonomía: diseñando para la productividad

El teletrabajo se ha convertido en una parte integral de las vidas de muchas personas, y el diseño de espacios no puede dejarlo de lado, dado que es esencial para mantener la salud y la eficiencia.

Sigue estas claves para diseñar un espacio de teletrabajo que minimice el electroclima:

  • Ergonomía: Sillas ajustables y escritorios a la altura correcta reducen el riesgo de dolores musculares.
  • Acústica: Reducir el ruido ambiental favorece la concentración.
  • Iluminación adecuada: Evita la fatiga visual y mejora el estado de ánimo.

El uso de escritorios elevables que permiten alternar posiciones es una tendencia creciente que fomenta la movilidad y mejora la circulación. Además, integrar espacios verdes en las oficinas en casa puede aliviar la fatiga mental y fomentar la creatividad, según estudios recientes sobre biofilia en entornos laborales.

El hogar del presente será saludable o no será

Como ves, la tecnología y el diseño arquitectónico ofrecen herramientas suficientes para transformar nuestras viviendas en espacios que promuevan la salud y el bienestar. Desde la biohabitabilidad hasta la iluminación centrada en el ser humano, o el control del electroclima, cada decisión en el diseño puede marcar una diferencia en nuestra calidad de vida.

Adoptar estas prácticas no solo beneficia a las personas, sino que también posiciona a profesionales del sector que las dominen como líderes en la creación de espacios innovadores y saludables. Diseñar con este enfoque integral que combine tecnología, sostenibilidad y bienestar es el reto y la oportunidad del futuro.