Artesanos 3.0: la elegancia del diseño artesano

En la era de adquirir bienes y servicios por internet, vuelven a ponerse en valor los oficios tradicionales y artesanos, que dan un salto incorporando tendencias y tecnología en una era posindustrializada.

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La artesanía de vanguardia se caracteriza por sus exquisitos acabados y estética refinada. Foto: annachampeney.com

Lo artesano está de moda. Frente a la uniformidad de la producción industrializada, el público busca hoy la exclusividad y la emoción que transmiten las piezas artesanales. Pero, ¿qué es la artesanía? La respuesta a esta cuestión plantea muchas dudas hoy en día. Como señala Anna Champeney, la artesanía va más allá del trabajo manual. De lo contrario, las bellas mantas y echarpes que elabora con su telar digital dejarían de ser consideradas artesanas.

Tendemos a pensar que el artesano es esa persona que trabaja sola, en su taller, aplicando con sus propias manos técnicas antiguas, elaborando objetos gracias a su maestría y respetando la nobleza de los materiales. Pero esto es cada vez menos frecuente. Este nuevo milenio ha visto nacer a los artesanos 3.0, que incorporan las ventajas que supone la aplicación de herramientas digitales para conseguir piezas de la mayor calidad. La tradicional definición de la Unesco de artesanía como “productos hechos a mano, o con la ayuda de herramientas manuales o incluso medios mecánicos, siempre que la contribución manual directa del artesano siga siendo el componente más importante del producto acabado” está claramente superada.

‘Timber kit’ de Giacomo Moor explora el oficio tradicional del carpintero y presenta las herramientas tradicionales en un nuevo contexto.
‘Timber kit’ de Giacomo Moor explora el oficio tradicional del carpintero y presenta las herramientas tradicionales en un nuevo contexto.

Artesanos 3.0: la nueva artesanía

“La artesanía comienza en la mente del artesano, no en sus manos”. Así resume Anna Champeney el cambio en el concepto de artesanía que se ha vivido en nuestros días, poniendo el acento en la parte “de autor” del proceso: lo que implica pensar, explorar, reflexionar, en relación directa con los materiales. “Entiendo la palabra artesanía en el sentido más amplio de la autoría de las piezas y la incorporación de técnicas artesanas como parte imprescindible del proceso para expresar las ideas”. Pero va más allá de los productos que utilizan procesos artesanales, llegando a grandes marcas y diseñadores industriales que emplean técnicas y filosofías artesanales en sus colecciones.

Pensamos en objetos que son resultado de un viaje creativo personalizado: moda, mobiliario, joyería…  Pero esta tendencia va más allá y se sienta ya a nuestra mesa. El pan de masa madre o las cervezas artesanas invaden los barrios más cosmopolitas de las grandes ciudades. Muchos de estos pequeños artesanos están en el mapa gracias a la aparición de la red de redes. “Internet sin duda ayuda a la proyección pero es una herramienta más”, apunta Arturo Álvarez, en sintonía con Anna Champeney, quien considera que es necesario trabajar más y mejor para que se convierta en “una alternativa al contacto presencial en ferias internacionales”.

Arturo Álvarez: el éxito de lo hecho a mano

¿Quién no ha soñado con poder iluminar su vida –o por lo menos su salón- con una lámpara de Arturo Álvarez? El triunfo internacional de este gallego pone de manifiesto que la combinación de diseño y handmade triunfa, ya que todos sus diseños están elaborados “por artesanos expertos, con años de experiencia en el taller” a partir de sus patrones. “Siempre me gustó trabajar con las manos, fue algo natural. Hay público al que le gusta disfrutar de piezas humanizadas, con alma, que transmitan emociones,  hechas íntegramente a mano”.

Arturo Álvarez trabajando en un nuevo diseño en su taller. Foto: arturoalvarez.com
Arturo Álvarez trabajando en un nuevo diseño en su taller. Foto: arturoalvarez.com

Antes de llegar a esos patrones, Arturo Álvarez afronta un proceso creativo que puede llevarle años de reflexión y pruebas, en el que “a veces parto de materiales cotidianos que me llaman la atención o juego a mezclarlos. Las formas y volúmenes también marcan ese proceso y en los últimos años la reflexión acerca del ser humano constituye también un punto de partida”. Entonces, ¿cómo se define? “Me siento creador, aunque también soy diseñador y artesano, por los ámbitos de actividad profesional en los que me muevo. Desde mi punto de vista, la denominación no es lo importante sino cómo se enfoca el trabajo”.

Tampoco le da importancia al hecho de haber triunfado desde Vedra, un pequeño pueblo de Galicia, “trabajando con pasión, creyendo en lo que haces y rodeándote un equipo profesional y motivado”. Desde otra aldea, Anna destaca que eso le permite incorporar esa manera de vivir “en productos que cuentan su propia historia”.  Imágenes, temas, objetos… El origen de la inspiración se puede encontrar en cualquier parte.  “Las personas, los creativos, somos un cúmulo de experiencias a lo largo de la vida, todo está ahí y sigue ampliándose y nutriéndose de muchísimas fuentes”.

La combinación de “técnicas ancestrales, que se basan en experimentaciones de nuestros antepasados durante cientos de años y que merecen todo nuestro respeto” con un lenguaje contemporáneo es una de las claves de su triunfo, junto a “la percepción de un trabajo serio y coherente a lo largo de muchos años”.

Todas las lámparas diseñadas por Arturo Álvarez son producidas artesanalmente. Foto: arturoalvarez.com
Todas las lámparas diseñadas por Arturo Álvarez son producidas artesanalmente. Foto: arturoalvarez.com

Digital Handmade: tecnología y trabajo artesano

Lucy Johnston es una de las mayores defensoras de la combinación de las técnicas artesanales y digitales en la producción de objetos únicos “que no podrían haber sido creados únicamente a mano o únicamente a máquina”. Esta periodista inglesa recorrió el mundo durante 18 meses entrevistando a estos nuevos artesanos 3.0 para presentárnoslos en su libro “Digital Handmade” (Thames & Hudson, 2015). Ochenta artistas como el belga Wim Delvoye, la australiana Valissa Butterworth o la británica Nadia-Anne Ricketts, que encabezan la reacción contra la revolución industrial, que despreciaba el papel de artesano, combinando en su trabajo la precisión de las tecnologías digitales con la emoción que tan bien saben transmitir las técnicas artesanales tradicionales.

«Simplemente por usar un ordenador, mucha gente piensa que estás haciendo trampa», señalaba Johnston en una entrevista a Wired, «pero se requieren miles de horas de trabajo especializado para crear la pieza final». Así nos lo explicaba Anna Champeney cuando hablaba de su telar digital, un elemento que le permite ejecutar piezas más complejas y sofisticadas con la ayuda de un software de diseño, pero que “no es un telar automatizado, sigue siendo igual de manual” y requiriendo la misma dedicación al trabajo de tejido de cada pieza.

Si la combinación de tecnología y artesanía puede parecer una contradicción, visto el resultado, ¡adoramos las contradicciones!

Anna Champeney trabajando en su telar. Foto: annachampeney.com
Anna Champeney trabajando en su telar. Foto: annachampeney.com