Cómo se está usando la IA en la arquitectura y el interiorismo

Cuando en 1997 el ordenador Deep Blue ganó una partida al campeón de ajedrez Garri Kasparov, parecía que estábamos a punto de vivir una revolución tecnológica sin precedentes. En términos históricos, lo estábamos, aunque tendrían que pasar 25 años para que la población general la viviera como un boom repentino: fue a finales de 2022 con el lanzamiento de ChatGPT, el chatbot de OpenAI. De pronto, la IA está en todas partes: según un informe de Exploding Topics, tres de cada cuatro personas encuestadas (en Estados Unidos) utiliza esta tecnología, y un 35% lo hace a diario. 

La inteligencia artificial también se ha colado en empresas de todos los sectores, y el de la arquitectura no es ninguna excepción: en 2025, el 59% de los estudios encuestados por el Royal Institute of British Architects (RIBA) aseguró usar la IA para al menos algún proyecto ocasional. El porcentaje era del 41% solo un año antes (y, en los estudios con más de 50 personas empleadas, sube al 83%). Es decir, el interés por este tipo de herramientas y su uso están en aumento.

La falta de tiempo es el problema en su adopción, pero creo que hay voluntad en fomentarla”, sostiene como conclusión general Pablo Sabariegos, arquitecto y consultor sobre IA aplicada a estudios de arquitectura e interiorismo. “Se sabe que es algo que mejora mucho los tiempos, pero hay tantas guías, información y novedad, que implementarlo resulta algo complejo”, elabora. 

 

Usos actuales de la IA en arquitectura e interiorismo

Hay distintas velocidades. Frente a esos estudios que todavía se lo están pensando, están quienes ya hacen sus pinitos y pruebas y quienes ya han introducido la tecnología de pleno. ¿Cómo la están usando? Sabariegos señala que depende mucho del estudio y aclara que se puede usar en todas las fases de un proyecto, desde su ideación hasta la parte normativa. Pone un ejemplo que ya es una realidad en el día a día de la arquitectura: “Antes mirabas Pinterest, creabas un moodboard para recoger referencias, hacías los planos y luego veías el diseño en 3D. Ahora es al revés: puedes ver cómo va a quedar y, a partir de ahí, proyectar ya viéndolo. Ahorra mucho tiempo porque en esa visión 3D, que ahora puede hacerse mucho antes y detectas errores”, asegura.

El uso de la IA está ya a la orden del día también en el campo de la arquitectura paramétrica, un tipo de arquitectura que usa programación con algoritmos en su diseño. “Es una arquitectura en la que no dibujas directamente tú, como se hacía antes a mano o después en AutoCAD, sino que esos dibujos se hacen mediante parámetros, funciones que van dibujando según una serie de condiciones. En este campo sí que la IA está dando un paso cualitativo, porque previamente debías conocer el procedimiento de programación. La IA está ayudando a este proceso de aprendizaje de estos métodos, acelerándolo”, explica Francesc Morales Menarguez, coordinador del Máster Universitario de Herramientas y Tecnologías para el Diseño de Espacios Arquitectónicos Inteligentes de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

Además de en el diseño propiamente dicho del edificio, el arquitecto explica que otro uso importante de la IA en arquitectura paramétrica es en la parte de proyectar el funcionamiento que tendrá la edificación. “Al final, un edificio son también sistemas interactivos que entran en conexión con las personas, con quien habita ese espacio. Hay toda una serie de algoritmos que regulan ese funcionamiento en función de lo que hace el usuario (saber cómo va a responder la construcción a esas acciones o a lo que pase fuera, como la lluvia, el sol o el viento), y gracias a la IA generativa también se está aprendiendo a hacerlos más rápido”, explica.

 

Herramientas de IA para arquitectura e interiorismo

Para todos estos usos -“el límite está en lo que puedas imaginar”, indica Pablo Sabariegos-, se pueden utilizar tanto las herramientas de IA generativa genéricas (ChatGPT, Gemini…) como aplicaciones especializadas, diseñadas de forma específica para ser utilizadas por los y las profesionales del sector. Como ejemplo, Sabariegos menciona las herramientas de generación de imagen PromeAI o ReRender AI

Empieza también a haber herramientas de IA de diseño arquitectónico generativo, aunque, como apunta Sabariegos, todavía están algo verdes. “Tú le das unos inputs, como la normativa, ciertas cualidades arquitectónicas que quieras ver, superficies mínimas, etc., y el programa te genera distintas plantas de la forma que determina óptima. El arquitecto va decidiendo a partir de esas geometrías que va creando el programa. También te crea el modelo en 3D a la vez; es como el BIM, pero en la nube y utilizando la inteligencia artificial”, explica.

Sin acudir a casos tan complejos y dependiendo del objetivo, incluso los chatbots genéricos pueden dar buenos resultados si se crean agentes especializados y se utilizan los prompts adecuados. Se le puede pedir que genere una imagen de un edificio o, también para el diseño de interiores, de una habitación con determinadas características e ir viendo y corrigiendo. Partiendo también de esta idea, hay ya chatbots desarrollados o en desarrollo que están especializados en alguna fase o elemento específico de todo el proceso de crear un edificio o un interior. 

Un ejemplo de esto último es la herramienta que se está desarrollando desde Finvalia, un proyecto promovido por cuatro empresas -Puertas Vales, Couceiro, Foresa y Finsa- que tiene como objetivo contribuir a la transformación de la cadena de valor de la industria de la madera técnica, mediante el desarrollo de tecnologías basadas en IA. Se trata de un chatbot multilingüe que convierte la complejidad de la madera natural en respuestas inmediatas y precisas. Por ejemplo, permite buscar por imagen referencias y chapas similares a las de la foto que se ha subido o calcular el coste de un mueble para un espacio determinado teniendo en cuenta superficie, stock y otras variables.

 

¿Sustituirá la IA profesionales de la arquitectura y el interiorismo?

Las conversaciones sobre la inteligencia artificial suele sobrevolarlas una pregunta que a veces se formula y otras veces simplemente queda en el aire: ¿cuál es el papel de las personas que se dedican a eso que ahora o dentro de no mucho podrá quizá hacer una IA? En el caso de la arquitectura y el interiorismo, ¿qué hacen ahora sus profesionales si un bot puede proyectar y diseñar? “Creo que el papel del arquitecto no va a cambiar mucho. Cambiará el papel de delineantes o renderistas, que van a tener que adaptarse y usar estas nuevas herramientas que agilizan su trabajo, pero el arquitecto al final es como un filtro crítico que decide. La IA no es perfecta, comete fallos y como arquitecto tú eres quien firma bajo tu responsabilidad”, explica Pablo Sabariegos.

A Francesc Morales le cuesta todavía verlo con claridad porque “aún estamos empezando”, pero considera que, al final, será como en cualquier otra revolución tecnológica. “Cuando salió el ordenador hubo detractores que criticaban que sin el dibujo a mano los diseños ya no tenían alma. Esto es una herramienta más. Habrá mala arquitectura hecha con IA y buena arquitectura hecha con IA, como hay buena y mala arquitectura hecha con ordenador y sin él”, reflexiona. 

En su área de especialización, la arquitectura paramétrica, la IA está ayudando a acelerar el proceso de aprender a cómo hacer un algoritmo, explica, pero siempre es mejor saber de dónde vienes. “Igual que, aunque diseñes con ordenador, es importante saber hacerlo a mano, aquí es también es importante intentar saber cómo se hace un algoritmo, aunque luego sea la IA quien desarrolle”, concluye.

La inteligencia artificial -es y- será para la arquitectura y el interiorismo un impulso, una forma de acelerar, automatizar y optimizar procesos. Si bien su aplicación no está falta de retos, de momento parece todavía lejano el día en el que una persona sin formación pueda decirle a una app “diséñame una casa, dame el proyecto entero” y que eso sea lo que se construya sin que ningún humano con formación específica revise y corrija lo planteado por la IA. Pero, si en vez de tener que pasar horas buscando referencias de un determinado material, podemos obtener de forma instantánea ejemplos a partir de una foto; o si una app puede ayudar en la redacción de memorias o generar imágenes de un posible diseño para ver cómo quedaría, bienvenida sea la inteligencia artificial como asistente de la humana.