En el corazón financiero de Madrid, el edificio Miguel Ángel 23 es desde 2022 un referente de cómo la arquitectura puede conjugar funcionalidad, sostenibilidad y experiencia humana. La profunda remodelación de este inmueble, propiedad de Colonial, fue concebida por Fenwick Iribarren Architects como una oportunidad para aplicar su visión de Blue architecture: un enfoque que sitúa el bienestar de las personas en el centro, sin renunciar a los más altos estándares de eficiencia y diseño.

La envolvente: clave del proyecto
Uno de los grandes aciertos del proyecto ha sido la envolvente del edificio. Frente a la tradicional fachada todo vidrio, el equipo optó por una solución mixta de aluminio y madera, con celosías exteriores formadas por lamas fijas de Thermopine —pino termotratado desarrollado por Savia, marca de Finsa—, que aportan control solar, privacidad y una presencia arquitectónica singular.

“La madera no solo resolvía necesidades técnicas, como el soleamiento o la protección visual, sino que también aportaba una lectura cálida y contemporánea a la fachada, muy en línea con nuestro concepto de confort urbano”, explican desde Fenwick Iribarren. Con una sección de 50×60 mm e instaladas con separación de 75 mm en marcos de aluminio extruido, las lamas generan una textura rítmica que cambia con la luz del día y transforma la percepción del edificio.

Madera termotratada: técnica y estética
El uso de Thermopine respondió tanto a criterios estéticos como funcionales. Su estabilidad dimensional, resistencia a la intemperie y bajo mantenimiento lo hacían idóneo para una fachada expuesta. Pero, sobre todo, encajaba en la estrategia de sostenibilidad que guió cada decisión del proyecto. “La madera es un material circular, con baja huella de carbono, y responde a ese nuevo paradigma que busca minimizar el impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida del edificio”, señalan desde el equipo. El resultado es una fachada que filtra la luz, reduce la temperatura y mejora la sensación de privacidad, creando espacios de trabajo más agradables y humanos.

Un ejemplo del nuevo diseño de oficinas
Miguel Ángel 23 anticipa el futuro del diseño de oficinas: edificios que reducen su huella ecológica, priorizan la experiencia de sus ocupantes y materializan valores de respeto, salud y pertenencia. En palabras del estudio, “la arquitectura del bienestar no es solo una tendencia, es una necesidad urgente en la transformación del sector hacia la descarbonización y la eficiencia energética, de acuerdo con las últimas directivas de la Unión Europea de Eficiencia Energética en los Edificios y las estrategias de Economía Circular planteadas por la Comisión Europea”, concluyen.

