Los laberintos han fascinado a la humanidad desde hace miles de años. Con el tiempo, han pasado de tener una profunda carga simbólica a ser diseños sofisticados de paisajismo: verdaderas obras de arte que conjugan naturaleza e imaginación. Espacios que invitan a perderse y a jugar con el entorno.
Los primeros símbolos de los laberintos aparecieron en regiones tan diversas como la actual Turquía, Grecia, India o Irlanda. Para el pueblo celta, los laberintos formaban parte de rituales funerarios y simbolizaban un viaje de autoconocimiento, una ida y vuelta hacia el centro del yo.
A partir del Renacimiento, los laberintos se convierten en piezas clave del paisajismo, capaces de integrar naturaleza, creatividad y diseño en auténticas obras de arte. Lejos de ser simples adornos, ofrecen recorridos que invitan al juego y a la conexión con el entorno.
Laberinto de Breogán
El paisajismo contemporáneo ha ido más allá y ha creado laberintos espectaculares. Uno de ellos es el Laberinto de Breogán, diseñado por Raúl Casteller en el concejo coruñés de Vilarmaior. Fue inaugurado en 2022 y tiene más de 4.000 cipreses que delimitan un camino de 2,3 kilómetros. En total, ocupa 6.120 m², lo que lo convierte en uno de los más grandes de España. Su diseño en forma de cruz es sin duda un homenaje al legado celta de la cultura gallega.
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Laberinto della Massone
Otro original diseño es el Laberinto della Massone, creado por Franco Maria Ricci en la localidad italiana de Fontanellato, en la provincia de Parma, e inaugurado en 2015. Formado por más de 300.000 plantas de bambú de diferentes especies, de entre 3 y 15 metros de altura, es el laberinto de bambú más grande del mundo. Su diseño es el resultado de una promesa hecha en 1977 por Ricci al escritor argentino Jorge Luis Borges, que tenía una fascinación por los laberintos. Le dijo que, algún día, construiría el más grande del mundo allí mismo, en los campos por donde ambos solían pasear.
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Yancheng Dafeng Dream Maze
Por último, el Yancheng Dafeng Dream Maze (o Laberinto de los sueños de Yancheng Dafeng) consiguió entrar en el Guinness World Records tras ser considerado el laberinto de setos más grande del mundo. Se encuentra en el pueblo de Caoyan, en la ciudad de Yacheng, provincia de Jiangsu, China. El espacio abarca una superficie de 666.666 m² y cuenta con una extensa red de caminos que suman un total de 9,45 kilómetros. El sitio tiene un gran laberinto de arces (el principal) y varios laberintos pequeños, en forma de corazón, círculos, y un laberinto más amigable para jóvenes.

